Dieta Hipocalórica

¿Cómo funciona la Dieta Hipocalórica?

Se trata de un plan basado en una alimentación completa y equilibrada. Más que unas dietas, se trata de unas pautas de alimentación saludable que, si se siguen bien, permiten perder unos 10 kilos en cinco o seis meses. No es tanto tiempo.
Esta dieta se basa en:

- Aumentar el consumo de alimentos de origen vegetal.
- Mantener el consumo de productos de origen animal, priorizando los cortes magros.
- Reducir el consumo de alimentos grasos.
- Dar prioridad a los hidratos de carbono complejos: legumbres, cereales integrales.
- Equilibrar las proteínas, los hidratos de carbono y las grasas a lo largo del día.
- No consumir alcohol.
- Hacer 5 comidas diarias, tres comidas principales y dos ingestas pequeñas.

¿Cuál es su efecto sobre la salud?

Adquirir buenos hábitos alimentarios facilita la pérdida de peso, pero también la normalización de parámetros sanguíneos como pueden ser los niveles de colesterol LDL (el “malo”), de glucemia al igual que de la tensión arterial. Por lo tanto, hay una reducción de riesgo de enfermedades crónicas.

Por otro lado, la ingesta de productos vegetales e integrales también tiene efectos positivos sobre la salud intestinal.

Tampoco hay que perder de vista que esta dieta tiene que ir acompañada de un aumento de la actividad física con los consiguientes beneficios tanto a nivel corporal como salud mental.

¿Es fácil de seguir?

Sí. No se excluyen alimentos y es muy fácil de compaginarla con una vida social normal.

¿Es eficaz a largo plazo?

Sí ya que supone una reeducación de los hábitos de vida: dietéticos y de actividad física. Por lo tanto, el peso perdido no se recupera.

Una dieta de adelgazamiento bien planteada debe ser capaz de suministrar los nutrientes necesarios para asegurar la salud, pero con menos energía de la necesaria para poder mantener el peso corporal.

Es básico adaptar las exigencias alimentarias a las características de la persona, su actividad profesional (sedentaria o no), física, etc.

La segunda regla es no forzar el proceso. Un verdadero adelgazamiento es lento y definitivo. Disminuye la cantidad de tejidos grasos y mantiene los tejidos nobles, es decir, los músculos. La pérdida muscular y de agua no constituye un adelgazamiento real: se necesitan una o dos semanas para que el organismo recurra por fin a su reserva de grasa y que los lípidos empiecen a alimentar la máquina. No hay que intentar, por lo tanto, perder más de 500 g a la semana.

¿Es apta para todo el mundo?

Sí. De hecho, todo el mundo debería seguir una alimentación variada y basada en productos de origen vegetal.

¿Supone un coste adicional?

No.

En resumen