El día 31 de mayo de 2021 adquirimos un vehículo modelo Jaguar XF 3.0 V6 en el concesionario de compra-venta con nombre comercial “Massini Cars”, en Elche (Alicante).El vehículo, a pesar del mal estado general que presentaba en cuanto a limpieza y detalles de acondicionamiento varios, no mostraba (según los comentarios del jefe de ventas del mencionado concesionario) ningún tipo de problema mecánico ni estructural El vehículo marcaba en ese momento 179.000 kilómetros en el cuentakilómetros. El día de la firma del contrato de compra-venta, nosotros ya habíamos abonado la cantidad de 10.000 euros en su totalidad mediante una transferencia bancaria, tal y como habíamos acordado y cumpliendo así nuestra obligación con el concesionario.El concesionario se comprometía a hacer una revisión mecánica y una puesta a punto general del vehículo antes de su entrega. La mencionada puesta a punto incluía una limpieza en profundidad tanto interior como exteriormente, cambio de gomas de maletero y puertas (estaban totalmente destrozadas), reparación del mecanismo automático que abre los dispersores de aire acondicionado, la reparación de algunos botones que no funcionaban y que controlaban algunas de las funciones del vehículo, reparación del volante (cuya capa superficial estaba totalmente desgastada), reparación de una rueda que tenía un clavo y corría riesgo de rotura definitiva, y la mencionada puesta a punto de todos los niveles de líquidos del motor y revisión de la mecánica.3 semanas después, todavía no habíamos tenido noticias del concesionario y la entrega del vehículo no se produjo hasta pasadas más de 4 semanas (nuestro periodo de garantía ya había perdido más de 1 mes estando en sus instalaciones y no haciendo uso nosotros del vehículo tal y como debería haber sido).La entrega del vehículo tras estas 4 semanas se produce en un estado lamentable. Nada de lo que se habían comprometido a hacer se produjo, salvo la reparación de los conductos del aire acondicionado y los niveles de líquido de motor. Como digo, la entrega fue un desastre y el concesionario no cumplió nada de lo que habíamos acordado.En consecuencia, tuvimos que invertir 1.000 euros adicionales en un taller de nuestra confianza para dejar el vehículo en el estado en el que Massini Cars debería habérnoslo entregado.Pocas semanas después, el vehículo sufre su primer problema mecánico. Pierde líquido y hay que cambiar el recipiente que lo contiene y algunos manguitos que están rotos. Se suponía que habían revisado a fondo el vehículo antes de su entrega. También un problema electrónico que se soluciona con una actualización del software del coche. Tuvimos que pagar esta reparación porque decían que no entraba en garantía y no nos entregaron ni albarán ni factura de ello (pago obligatorio en efectivo en el taller autoreparaciones SIRMA, taller que presta sus servicios a Massini Cars sl).Unos meses después, concretamente el 15 de diciembre de 2021, el vehículo vuelve a sus instalaciones. Esta vez sufre una rotura en la carretera de Santa Pola y es la grúa de nuestro seguro la que debe llevar el coche a sus instalaciones dado que se ha parado y ni arranca ni parece tener corriente eléctrica.4 semanas después, el vehículo seguía en su taller mecánico. En todo este tiempo no hemos recibido noticias coherentes del estado del vehículo pese a nuestra insistencia por saber realmente que es lo que estaba ocurriendo. La información es contradictoria, no concretan el problema mecánico, no nos dan una fecha estimada de reparación y entrega, y tanto el jefe de ventas como el jefe mecánico se desentienden por completo del problema y dejan de atender nuestras llamadas.Hoy, 9 de febrero de 2022 (56 días después de que el vehículo fuera depositado en sus instalaciones) seguimos sin tener respuesta. La información que nos llega es que el coche tiene los turbos del motor averiados y que hay que cambiarlos. Aún así, cada día nos dan una versión distinta y realmente no sabemos cuál es la avería que tiene el coche. Además, el jefe mecánico en una llamada que hicimos para interesarnos por el coche nos grita, nos insulta y nos amenaza verbalmente. Nos dicen que no hay plazo de entrega, que tienen mucho trabajo, que están escasos de personal, que no hay vehículo de sustitución para nosotros, que el coche se entregará cuando esté listo pero que eso puede ser en una semana o en un año (esa fue su respuesta). Hemos tratado de aportar soluciones y llegar a un acuerdo pacífico y en ningún momento han atendido nuestras peticiones. Propusimos trasladar el vehículo a un taller mecánico de nuestra confianza para posteriormente pasarles la factura a su seguro de garantía (suponemos que lo tienen) y acelerar la reparación del vehículo. También propusimos un cambio de coche por otro similar del concesionario, estando dispuestos a pagar la diferencia que pudiera haber entre ellos. Propusimos también sacar el vehículo de allí con una grúa que queríamos contratar y nos dijeron que el coche no iba a salir de sus instalaciones bajo ningún concepto.En consecuencia, nos vemos en la obligación de iniciar trámites legales a través de la OFICINA DEL CONSUMIDOR y mediante esta reclamación donde hemos tratado de resumir y dejar constancia de los hechos acontecidos. Nuestra voluntad ha sido la de llegar a un acuerdo entre las partes que resuelva el problema y que satisfaga a ambos, pero ante la negativa de Massini Cars y debido a los muchos problemas que nos está generando esta situación (tan solo en taxis, transporte, etc… llevamos más de 400 euros gastados este mes) iniciamos otras vías que esperamos resuelvan el problema.Llegados a este punto, reclamamos la devolución total del importe que abonamos cuando compramos el vehículo por “vicios ocultos” del coche de los que no teníamos constancia ni fuimos informados en el momento de su compra.