Me parece una vergüenza que ese establecimiento venda yogures de proteína, sabor, plátano, adquiridos el día 5 de abril, cuando la fecha de caducidad que viene en el envase es la del 26 de marzo. Voy a devolver seis de los yogures, del séptimo me tomé una parte en mal estado, sin querer. Es una absoluta vergüenza. Esto sucedió en el establecimiento de Ortega y Gasset con marqués de Salamanca.