Recibí un pedido de Miravia a través de su servicio de entrega, pero el paquete se perdió durante dos días. Al comunicarme con atención al cliente para iniciar una reclamación, me derivaron a un número de teléfono de pago (807) sin previo aviso. Esta llamada me generó un costo de 80€ debido a que mi operador (MásMóvil) suspendió mi servicio.
Considero que es una práctica abusiva obligar a los clientes a pagar por un servicio de atención al cliente, especialmente cuando se trata de un problema generado por su empresa. Solicito formalmente la devolución del importe cobrado por esta llamada.