En la madrugada del 6 al 7 de enero del presente año, eché en falta mi tarjeta de Evo banco, después de hacer una retirada en un cajero de 120 euros. Posteriormente comprobé que se habían realizado otras cuatro retiradas por el mismo importe (el máximo de la tarjeta está establecido en 600 euros) y una compra por valor de 12.20 euros. No sé si perdí la tarjeta o me la robaron, aunque me inclino por esto último, dado que para retirar dinero del cajero tendrían que haberme visto teclear el PIN en el momento en el que yo hice la retirada de 120 euros. El día 8 de enero me dirigí a la oficina de EVO Banco, en la que me facilitaron una lista con los movimientos de la tarjeta que yo no había realizado (adjunto copia), y me emplazaron a poner una denuncia para hacer una reclamación al seguro. Ese mismo día interpuse la denuncia (adjunto copia) y volví a la oficina de Evo en la que pusieron la correspondiente reclamación al seguro (Caser es la empresa aseguradora). Aproximadamente un mes después, tras no recibir noticias sobre el asunto, volví a EVO y, como mi oficina había cerrado me dijeron que tenían que volver a hacer la reclamación. Ante la falta de noticias, volví hasta dos veces más a la oficina de EVO hasta que la última de ellas, el 26 de marzo, me dijeron que había una carta de Caser, cuya copia adjunto (sorprendentemente tiene fecha de 10 de enero, dos días después de poner la reclamación) en la que dicen que no es posible atender la reclamación presentada (...) dado que con la documentación aportada no se encuentra acreditado el uso fraudulento de la tarjeta ni la posible manipulación del cajero automático... No sé que pruebas pretenden tener los responsables de Caser seguros, pero me parece bastante difícil de demostrar lo que pretenden, si no imposible.Ante esta situación me pongo en contacto con ustedes con la esperanza de que se pueda hacer algo para solucionar este problema.