El día 16 de marzo de 2025 sufrí la rotura de la luna trasera de mi Renault Twingo (año 2017). El 20 de marzo llevé el vehículo al centro Carglass de Vic, donde me colocaron un plástico provisional a la espera de recibir la pieza necesaria para la reparación. Me cobraron 30 euros, que me indicaron se descontarían del total una vez realizada la reparación.
Tras casi un mes, el día 14 de abril me confirman que ya disponen de la luna trasera y me dan cita. Tras dejar el coche, me llaman a las tres horas para decirme que han roto la pieza durante la instalación, por lo que no pueden completar el trabajo. Vuelven a colocarme un plástico y me indican que comenzarán de nuevo el proceso de localización de la pieza, lo que implica una nueva espera. Todo esto supone para mí un gasto adicional en gasolina al desplazarme desde Centelles a Vic, ida y vuelta.
Me aseguran que la nueva pieza llegará el 30 de abril y me programan cita para el 6 de mayo. Sin embargo, el 5 de mayo me llaman para informarme de que finalmente no hay stock disponible de la luna trasera y que no lo habrá nunca. Me invitan a que busque por mi cuenta otras alternativas.
Desde el primer momento me indicaron que disponían de un servicio de localización de piezas, incluso en desguaces, pero no han cumplido con ello. En cuestión de minutos yo misma he localizado la pieza en la web especializada b-parts.com, y así se lo comunico. Solicito un correo electrónico para enviarles el enlace directo al repuesto y poder avanzar, pero no recibo respuesta alguna.
Después de más de mes y medio, sigo con el coche sin reparar, con un plástico como solución provisional, sin alternativa clara, y con una evidente falta de responsabilidad, eficacia y atención al cliente por parte de Carglass. Solicito la devolución del importe abonado, el resarcimiento por los desplazamientos innecesarios, y que se exijan responsabilidades por la falta de gestión adecuada.