Decidí que debía arreglar mi boca dado que tengo un bruxismo muy acentuado y ya se me estaban cayendo trocitos de algunas piezas dentales del desgaste que tenía. Así que necesitaba cubrir todas mis piezas con carillas, incrustaciones o fundas, lo que decidiese mi dentista.
Tenían una desviación muy leve pero decidí que antes de cubrirlas debía dejarlas totalmente alineadas.
Elegí el tratamiento “Invisalign” para alinear mis piezas dentales en una primera clínica tras el confinamiento.
Por aquel entonces la Dra. Cecilia Arévalo trabajaba en el mismo CAP que yo (CAP Chafarinas) y teníamos una relación fabulosa y muy compenetrada, hasta tal punto que me dijo que ella tenía una clínica privada y que podía pasarme con ella a hacerme el tratamiento del “invisaling” más luego las carillas, incrustaciones o lo que hiciese falta. Y dada nuestra amistad así lo hice, me desvinculé de la otra clínica y pasé a COP DENTAL que era la clínica en propiedad de Cecilia.
Aquí empezó una odiosea terrible de idas y venidas de diferentes odontólogo/as, mi tratamiento del “invisalign” pasó por 4 o 5 odontólogo/as distintos, los contrataban y luego los despedían con el consecuente alargamiento del tratamiento porque alguno de ellos no tenía licencia con “invisalign” y de repente me cambiaban a otra empresa dedicada a lo mismo pero que requería empezar de nuevo, nueva toma del molde de mis dientes, con la correspondiente espera. Luego volvía un nuevo odontólogo/a y vuelta a empezar, si seguían con invisalign acababa firmando nueva transferencia para poder seguir y así unas 4 o 5 veces, he perdido la cuenta del caos tan absoluto de idas y venidas de odontólogo/as.
Total que un tratamiento de alineación leve que debía durar como máximo no más de un año (no es que lo diga yo, es que puedo solicitar informe a “invisalign”), se me alargó dos años y medio, hasta finales del 2022.
Vista la desastrosa organización que tenía como directora médica la Dra. Cecilia Arévalo y la nefasta experiencia, decidí no seguir con ella el tratamiento para restaurar mi boca tras la alineación. Perdiendo incluso 1250 euros, adjunto contrato con COP DENTAL (Anexo 1).Prefería perder ese dinero a aventurarme a sufrir otro caos.
El tratamiento con “invisalign” acaba con retenedores para que no se movilicen las piezas dentales al cabo de los años, puedes elegir entre un retenedor fijo (alambre adherido mediante resinas, inamovible) o un retenedor removible (férula nocturna).
Tras alinear mis piezas dentales, coloqué carillas y coronas en otra clínica, volví a COP DENTAL a finalizar el tratamiento “invisalign” con el retenedor y a realizar mi férula de descarga para el bruxismo.
A mi arcada superior no le pusieron retenedor alguno porque debo llevar la férula de descarga, que no tiene que ver con “invisalign”, así pues la pagué a parte, se puede ver en el contrato. Me la entregó personalmente Cecilia Arévalo en el CAP de Horta que por aquel entonces ( principios junio 2023) trabajaba allí y no me importó dada nuestra relación tan cercana ir allí a buscarla.
A mi arcada inferior se le colocó el retenedor fijo, fui a finales de mayo a COP DENTAL, y me atendió una nueva Dra. que nunca había visto pero dada mi experiencia de tantos cambios de odontólogo/as no me extrañó. Ya me comentó que la Dra. Cecilia Arévalo le había puesto al día en mi caso.
Antes de hacer el año ya pude notar que mi arcada inferior se estaba moviendo, es decir el retenedor fijo no estaba haciendo su función. Di por hecho que al año se me haría un control en COP DENTAL, igualmente aunque esa no fuese la filosofía de la empresa yo tengo un problema y se me tiene que atender.
Cual fue mi sorpresa que llamo para pedir cita y me comunica telefónicamente la chica que me cogió el teléfono que COP DENTAL ya no pertenecía a la Dra. Cecilia Arévalo y que ellos no se iban a hacer cargo de sus antiguos pacientes. Tampoco me indicó donde debía dirigirme ahora.
Intenté ponerme en contacto con Cecilia via telefónica, whassap, Facebook (está activo porque ella va colgando historias), sin éxito, no respondía a nada, incluso llamé al CAP de Horta y me dijeron que ya no trabajaba allí.
Así que escribí un email a COP DENTAL y les expuse mi caso. No es una simple revisión porque sino lo pasaría por alto, el tema está en que se me han movido los dientes de abajo y requiero una solución que debe darme la clínica que yo contraté.
Me contesta el que hasta ahora era su marido, Diego Bartó Baumgartner, pidiéndome mi telf.. y le indiqué que mejor la conversación fuese por email para poder dejar constancia. Y cual fue mi sorpresa que los siguientes emails me los contesta la Dra. Cecilia Arévalo que anteriormente me había ignorado por todas la vías de contacto.( Adjunto emails, anexo 2 ) Me trata como una absoluta extraña y me deja perpleja ese cambio de actitud conmigo absolutamente surrealista!!!! Dejando a parte su frialdad para conmigo y centrándome en el contenido señalo que su discurso es totalmente erróneo, creo que se ha olvidado de cómo fue mi proceso pero cuando intento aclarar su confusión vuelve a ignorarme, y no sigue la conversación por eso me veo obligada a demandarla pese a la amistad que yo creía que nos unía. Adjunto un breve trocito de conversación de whassap (Anexo 3) donde se ve nuestra cercana relación y donde queda claro que tanto la férula de descarga como el retenedor se me colocaron después de las carillas. Hago éste inciso porque los emails pueden dar a confusión tras leer sus afirmaciones. Después de mi último email insistiéndoles que se pusieran en contacto conmigo por teléfono para hablar las cosas amigablemente como siempre habíamos hecho no he sabido nada más, me han ignorado totalmente.
Reclamo que se me retire el retenedor fijo, que me vuelvan a alinear la arcada inferior y una vez alineada acabar mi tratamiento con un retenedor removible nocturno. Todo ello sin gasto alguno. Es mi derecho como consumidor a tener una garantía de lo contratado.