Muy señor mio,
Le escribo el presente email porque es la única opción que me han dado de dejar constancia de mi queja por el servicio y trato recibido por su establecimiento.
El pasado viernes al llegar a su establecimiento pregunté en la conserjería del edificio sobre la posibilidad de usar su piscina. La respuesta a dicha pregunta fue un rotundo NO. Para ponerle en antecedentes, cuando hicimos la reserva por Booking, una de las características fundamentales que buscábamos fue que tuviera piscina y por esa razón filtramos la búsqueda con esa característica y, en base a ese filtro, aparecía Apartamentos Juan Bravo con lo que fue la opción de alojamiento que escogimos. El hecho de que la piscina no estuviera disponible en las fechas de nuestra reserva nos hizo sentirnos engañados ya que entoncds deberían haber eliminado esa opción en booking.
En virtud de lo anterior, solicité una hoja de reclamaciones al conserje que me fue negada en un primer momento alegando que la web decía claramente que la piscina no estaba disponible a lo que volví a solicitar de todas maneras una hoja de reclamaciones que me fue negada enviándome a la administración de los Apartamentos en el Entresuelo Puerta 25.
En este punto quisiera detenerme en el conserje de la finca, un tal Zoilo, así le llamaron, aunque él nunca se identificó. En primer lugar, no sé qué hacía el conserje arrogándose funciones que creo que no le pertenecían como recepción de la clientela, cobro de las habitaciones o parapeto de quejas de los clientes. En segundo lugar su trato para con mi persona fue chulesco rozando incluso lo denigrante, haciendo algún comentario despectivo a mi origen catalán cuando me envió al Entresuelo remarcando con retintín que la E de Entresuelo era de España.
Siguiendo con el hilo de los hechos, tras ser enviado a la Administración de los Apartamentos, me presenté allí donde, oh sorpresa, ya había llegado apresuradamente Zoilo para advertir de mi llegada y de mi queja, cosa que quedó clara cuando sus empleados ya tenían preparada la respuesta antes de que siquiera abriera la boca. Su respuesta fue que en el email (ya nada se decía de la web) que me enviaron cuando se me advirtió de las obras en curso se informaba de que la piscina no estaba operativa en esas fechas. Cuando comprobé esa información, pude ver que se encontraba incluida en un párrafo perdido en la sección de información adicional de la reserva, es decir, en la letra pequeña. Ante esta información, solicité de nuevo una hoja de reclamaciones que se me negó de nuevo aduciendo que no disponían de tal cosa y sólo me ofrecieron la posibilidad de enviar este email a la dirección. Todo esto, claro, ante la atenta mirada de Zoilo que aunque ya había derivado responsabilidades a los empleados de la Administración, quiso quedarse para ver cómo acababa el asunto.
Obviamente, toda esta situación atenta contra los Derechos del Consumidor en base a la legalidad vigente y así lo puse de manifiesto, vuelvo a hacerlo en este escrito y lo reiteraré en otras instancias.
Un saludo.