Buenos días,
Mi mujer española y yo, de nacionalidad estadounidense pero con residencia permanente en España, compramos los billetes para un viaje a los EEUU desde Madrid, donde residimos. Los billetes de ida y vuelta se compraron a través de American Airlines, aunque Iberia, en coordinación con AA, era responsable del vuelo de vuelta Boston-Madrid. Yo viajaba con mi pasaporte americano y una copia digital de mi tarjeta de residencia permanente en España. Sin embargo, una empleada de Iberia, la Sra. Martin, se negó a permitirme subir al avión del vuelo Boston-Madrid a no ser que comprara un vuelo de Iberia para salir de la UE en 90 días. Nunca me había pasado algo semejante y tengo más de 70 años.
Denuncio estos tres hechos:
1. Bajo la amenaza de quedarme retenido en Boston, tuve que comprar un billete Madrid-Londres de Iberia (localizador HXMD2). Esta compra se realizó en contra de mi voluntad, bajo amenaza, y por imposición irracional de la responsable de Iberia que se negó a reconocer mi residencia permanente en España.
2. Hice una reclamación (nº 20240428-47234619) a Iberia para el importe íntegro del billete comprado bajo amenaza, pero la respuesta de Iberia era completamente insatisfactoria. Ofrecieron solo un reembolso parcial (referencia: 10754242), que equivale a una multa de 30 euros por haber atrevido a volar con Iberia.
3. El trato de la Sra. Martin y sus compañeras de Iberia era agresiva, amenazador y denigrante. La Sra. Martin llegó a amenazar a mi mujer también con no subir al avión - sus palabras exactas eran "I'll kick you off the flight too" - cuando mi mujer, española, expresaba alarmada la anormalidad de la situación y solicitaba asistencia y ayuda.
El personal de Iberia debe ayudar a los pasajeros, no agredirlos verbalmente ni atemorizarlos con no tomar el vuelo hacia su hogar. Más aún en el caso de dos personas mayores, como somos nosotros, con pérdida de funcionalidad en visión y necesidad de medicación. La situación fue realmente tremenda e injusta. Iberia no se ha dignado a contestar, a pesar de haber hecho varias reclamaciones.
Sin más, me despido atentamente esperando, una vez más, una respuesta.