La negativa de Ocasion Plus a reembolsar el importe alegando que la factura no está a su nombre carece de base jurídica.
El gasto fue asumido por mí, como parte compradora, para corregir un defecto oculto existente en el momento de la compraventa, que impedía legalmente circular con el vehículo.
El artículo 114 del Texto Refundido de la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios establece que el vendedor es responsable de las faltas de conformidad preexistentes, y si no las repara directamente, debe reembolsar al consumidor los gastos derivados de su subsanación.
El hecho de que la factura esté a mi nombre es lógico y necesario, ya que soy el propietario del vehículo. Lo contrario supondría obligarme a falsificar datos o incumplir obligaciones fiscales.
Por tanto, exijo el reembolso inmediato del importe abonado, además de una indemnización por los perjuicios ocasionados.
En ningún momento exigí una furgoneta como vehículo de sustitución, como falsamente han manifestado, y dispongo de pruebas que lo demuestran. Además, en lugar de ofrecer una solución legítima, me propusieron firmar un documento renunciando a mis derechos a cambio de un abono parcial, lo cual supone una práctica inadmisible y posiblemente abusiva.
Lo más grave es que, a pesar de haberlo advertido por escrito, ustedes mantienen publicada en internet información personal sensible, incluyendo la matrícula, número de bastidor y modelo exacto del vehículo que adquirí. Estos datos permiten identificar directa e inequívocamente al titular del vehículo, lo que constituye una infracción grave de la normativa de protección de datos (RGPD y LOPDGDD). Este hecho ha sido documentado y, en caso de no ser retirado de inmediato, será puesto en conocimiento de la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD).
Durante 55 días me vi privada del uso del vehículo sin respuesta adecuada, sin atención efectiva, y con una gestión por su parte completamente deficiente y evasiva. Les solicité formalmente presentar una reclamación interna y exigí ser atendida por un responsable, sin obtener respuesta alguna.
Durante 55 días estuve sin poder utilizar el vehículo, sin respuestas claras ni soluciones, lo cual me ha ocasionado daños y perjuicios por los que también responderán y de los que sois conocedores.
A día de hoy, sigo sin una contestación formal a mis reclamaciones, lo cual deja clara su falta de voluntad de resolver este conflicto por la vía amistosa.