Nos dirigimos a ustedes para exponer nuestra situación como consumidores ante la empresa Mondo Convenienza, con la esperanza de obtener asesoramiento y/o apoyo ante una experiencia de compra que consideramos del todo inaceptable por la falta de profesionalidad, incumplimientos y desatención sufridos.
El día 7 de junio, tras tres visitas presenciales a las oficinas de Mondo Convenienza y de haber sido atendidos por dos comerciales distintos, realizamos el encargo de una cocina y abonamos una señal para formalizar el pedido.
La semana pasada recibimos un correo electrónico donde se nos informaba de que la entrega del pedido se realizaría entre el 7 y el 14 de julio. Sin embargo, al consultar el estado del pedido en la web de la empresa, observamos que figuraba como “en proceso” y no como “finalizado”, lo cual nos generó dudas. Fuimos nosotros quienes tuvimos que llamar para obtener información.
El día miércoles 9 de julio, se nos comunicó telefónicamente que el pedido se retrasaría hasta el 30 de agosto debido a la falta de disponibilidad de la placa de inducción. Como nadie se había puesto en contacto previamente para informarnos de esta situación, decidimos anular dicho producto.
El jueves 10 de julio, al volver a consultar la web, vimos que también faltaba otro artículo: el horno. De nuevo, tuvimos que llamar nosotros para intentar aclarar la situación.
Posteriormente, al revisar por iniciativa propia el listado de importes en la web de la empresa, detectamos con sorpresa que se nos pretendía cobrar igualmente los gastos de transporte correspondientes a la placa y al horno, a pesar de que ambos productos ya habían sido anulados. Este nuevo error, una vez más, no nos fue notificado por nadie de la empresa ni corregido proactivamente.
El viernes 11 de julio, y por indicación de las teleoperadoras del servicio de atención al cliente, nos desplazamos físicamente a las oficinas de Mondo Convenienza de Sant Boi. Los comerciales que nos atendieron confirmaron que no había stock ni de la placa ni del horno, pero no ofrecieron ninguna solución alternativa ni explicación adicional sobre la situación del pedido. Ante nuestra insistencia, solicitamos una compensación, y fue entonces cuando se nos ofreció, mediante nueva llamada telefónica por nuestra parte, un 5% de descuento sobre el precio total de la cocina, que aceptamos.
Finalmente, el sábado 12 de julio, fecha en la que ya se nos había confirmado la entrega de la cocina (sin la placa ni el horno), recibimos un mensaje inesperado informándonos de que también faltaba un tercer artículo: una columna o armario. Una vez más, tuvimos que llamar nosotros. En esta ocasión, se nos comunicó que dicho mueble no estaría disponible hasta mediados de agosto o septiembre.
Ese mismo sábado, por la mañana, volvimos a llamar para preguntar si se aplicaría alguna compensación por el nuevo retraso en la entrega del armario/columna. Nuestra sorpresa fue que pretendían cobrarnos la totalidad del envío de ese artículo por separado, a pesar de tratarse de un error imputable a la empresa. En un primer momento, se nos ofreció una rebaja del 50% del coste del transporte, pero tuvimos que exigir que se eliminara el 100% del cargo. Una vez más, fue necesaria nuestra intervención activa, ya que no hubo ninguna muestra de proactividad por parte de la empresa.
Durante el montaje de los muebles, volvimos a llamar nosotros para concretar la fecha de entrega del armario pendiente. Nos aseguraron que nos llamarían sin falta durante el mismo día. Para sorpresa de nadie, no hemos recibido ningún tipo de respuesta, ni por teléfono ni por mensaje.
Queremos manifestar que nos sentimos totalmente desprotegidos, desatendidos y engañados como clientes. Hemos sido nosotros quienes hemos tenido que tomar la iniciativa constantemente para obtener información básica sobre nuestro propio pedido. La falta de comunicación, los retrasos injustificados, los errores en la facturación y la improvisación constante por parte de la empresa son, desde nuestro punto de vista, inaceptables.
Esperamos que Mondo Convenienza adopte medidas compensatorias adecuadas y proporcione una solución que esté a la altura del perjuicio causado: tanto por la demora en la entrega, como por el incumplimiento reiterado de los compromisos, y la clara falta de profesionalidad en el trato al cliente.
Agradecemos de antemano la atención de la OCU y quedamos a la espera de sus indicaciones para continuar con el proceso de reclamación formal, si fuera necesario.