Estimados/as señores/as:
Me dirijo a ustedes para manifestar mi disconformidad con el cobro que se me reclama, el cual considero totalmente improcedente.
En primer lugar, al acceder al curso contratado con CCC, la clase no se impartió correctamente: el profesor no estaba presente en el momento de mi acceso, lo que supuso un incumplimiento directo de sus obligaciones formativas. Ante una situación así, entiendo que debo tener derecho a desistir de la contratación sin necesidad de asumir el pago completo del curso. No hablamos de 300 €, sino de un importe total de 2.000 €, cantidad que resulta desproporcionada teniendo en cuenta el servicio defectuoso recibido desde el inicio.
En segundo lugar, señalo la mala gestión por parte de CCC en la tramitación de los pagos. Inicialmente, la gestión de cobros se realizó a través de SeQura. Posteriormente, y tras mi reclamación a través de la OCU, CCC pasó a gestionar directamente dichos pagos, lo que demuestra una clara falta de transparencia y organización. Esta irregularidad genera una situación de incertidumbre: ¿a quién se le ha reclamado realmente el dinero? ¿Se endeuda CCC a sí misma para luego exigir el pago a los alumnos?
Su actuación está provocando una confusión que en ningún caso debe repercutir sobre mí como consumidor. Son ustedes, como empresa, quienes han gestionado de manera deficiente la financiación y el traspaso de los cobros, por lo que no procede que ahora se me impute una deuda cuya procedencia ni siquiera está clara.
Por todo lo expuesto, solicito formalmente que se anule la deuda que se me reclama, ya que no corresponde a ninguna obligación real por mi parte, y que CCC asuma su responsabilidad por la deficiente gestión administrativa y contractual que ha llevado a esta situación.
En caso de no recibir una respuesta satisfactoria en un plazo razonable, me veré obligado a elevar esta reclamación ante los organismos competentes de consumo y, si fuera necesario, a la vía judicial.
Adjunto el traspaso de cobro de SeQura a CCC.