En octubre de 2025 realizamos una reserva a través de Booking.com para alojarnos en un establecimiento llamado Te Mao, ubicado en la isla de Rangiroa (Polinesia Francesa). La estancia estaba prevista del 8 al 14 de octubre y se pagó parcialmente por adelantado (550 €).
Al llegar, nos encontramos con una falta total de limpieza: la habitación no estaba preparada y tuvimos que esperar bastante tiempo para poder acceder. Lo peor sucedió al anochecer, cuando empezaron a salir cucarachas por todas partes, de distintos tamaños y procedentes del baño, que tenía varios boquetes. La situación fue tan insalubre y desagradable que no pudimos dormir esa noche, permaneciendo en vela con la luz encendida por el miedo y el asco.
Ante esta situación, contactamos de inmediato con Booking.com y con el propio alojamiento, y tuvimos que buscar una alternativa de urgencia, gastando 800 € adicionales en otro alojamiento de la isla para poder continuar nuestras vacaciones. Al día siguiente, el alojamiento nos devolvió 400 € de los 550 € pagados, reconociendo implícitamente el problema.
Además, el establecimiento se publicita en Booking como “a pie de playa”, cuando en realidad está situado al otro lado de la carretera, junto al aeropuerto, lo que constituye publicidad erronea.
Desde entonces, Booking no ha ofrecido una solución satisfactoria. La única respuesta ha sido un cupón de 70 €, alegando que siguen esperando respuesta del alojamiento, pese a haber pasado semanas. Consideramos que Booking, como plataforma intermediaria, tiene la obligación de garantizar que los alojamientos que anuncia cumplan unos mínimos estándares de higiene, veracidad y seguridad, y que debe asumir su responsabilidad ante un incumplimiento tan grave.
Solicitamos:
1. El reembolso íntegro de los gastos adicionales (400 €) ocasionados por el cambio de alojamiento.
2. Una revisión del anuncio del establecimiento Te Mao, para evitar que otros viajeros sufran una experiencia similar.
3. Una respuesta formal de Booking.com reconociendo su responsabilidad en el caso y ofreciendo una compensación justa por los perjuicios sufridos.
Este tipo de situaciones no solo generan un daño económico, sino también emocional, más aún tratándose de un viaje de luna de miel. Pedimos a la OCU que traslade esta reclamación a Booking.com y valore las acciones necesarias para proteger a los consumidores frente a alojamientos insalubres y anuncios falsos en su plataforma.