Presento esta reclamación y solicito la devolución íntegra del coste de la entrada, ya que considero que no se han prestado los servicios contratados ni se ha garantizado una experiencia mínima adecuada.
Los motivos son los siguientes:
No se permitió el acceso con comida, algo que está prohibido por ley.
La organización fue caótica: colas interminables, desinformación constante y un personal incapaz de dar respuestas claras.
La acumulación de personas generó momentos de riesgo para la integridad física, debido al sobreaforo evidente. Se vendieron muchas más entradas de las que permite el recinto, lo que imposibilitó disfrutar de la exposición.
La falta de señalización e información hizo que resultara imposible seguir los horarios o acceder a actividades anunciadas.
No había puestos suficientes para hidratarse, obligando a esperar en colas interminables a más de 30 grados, lo cual constituye una negligencia grave en materia de seguridad y bienestar de los asistentes.
En resumen, lo prometido no se correspondió en absoluto con lo ofrecido. Por todo ello, y dado que la experiencia fue un auténtico desastre que impidió disfrutar del evento, exijo la devolución inmediata del importe de las entradas.