Me dirijo a ustedes para expresar mi profunda desilusión con la atención recibida en el Hotel Meliá Atlanterra (Zahara de los Atunes) con motivo de mi boda, celebrada el pasado 4 de octubre.
Durante nuestra estancia, tanto yo como mis invitados fuimos tratados de manera poco profesional en la recepción del hotel. En mi caso, siendo la novia, recibí un trato especialmente desagradable hasta que el señor Pedro, segundo jefe de recepción (según tengo entendido), intervino para disculparse por lo ocurrido. Agradezco su gesto, pero considero que una disculpa no compensa la experiencia tan negativa vivida en un día tan importante.
Cabe mencionar que, para la ocasión, se reservaron 25 habitaciones dobles, y adjunto a este correo la factura del evento. Sin embargo, todos los invitados, incluido el novio, tuvieron que esperar hasta 40 minutos para realizar el check-in, lo que resultó inaceptable dada la magnitud y planificación del evento.
A esto se suma que el check-out fue igualmente un desastre. La primera jefa de recepción se mostró extremadamente borde y poco profesional con nosotros, en lugar de ofrecer una atención empática y acorde con el nivel que se espera de un hotel de su categoría.
Elegimos su cadena confiando en la calidad, el servicio y la profesionalidad que siempre han caracterizado a Meliá, pero lamentablemente el personal de recepción del hotel no estuvo a la altura de las expectativas ni del prestigio de la marca.
Por todo ello, deseo dejar constancia formal de mi queja, y advierto que este correo es solo el principio de un procedimiento que se tomará contra ustedes, dada la gravedad de la situación y el perjuicio ocasionado en un evento tan importante.
Tras esta experiencia, no recomendaré este establecimiento para la celebración de bodas ni volveré a alojarme en él.