Contratamos un viaje de fin de ciclo para un grupo de 46 alumnos de 11 y 12 años. En la información aparecía la imagen llamada Captura folleto VIAJETECA, donde se dice que las habitaciones serán de 3 o 4 personas, y se ve una foto con camas (no literas), ventana amplia al fondo, incluso algo de mobiliario.
Al dia siguiente de su llegada los chicos nos hicieron llegar el video de su habitación -habitacoin1, habitación2, habitacoin3 y habitacion4-, estaban 7 en una habitacion de 8, literas hacinadas separadas por menos de medio metro, una ventana corredera que puede abrirse poco para ventilar (orientada a poniente, es decir más cálida), sin más que unas baldas de madera para poner sus cosas y apenas espacio para estar si quiera de pie todos juntos en la habitación.
Reclamada la empresa remitió una carta aduciendo que se debía a un imprevisto y culpando al alojamiento, Complejo Costa Blanca Explore ya que también realizan labores humanitarias- documento CARTA - y, eso si, habían conseguido "que la instalación os reembolse 80 euros como compensación, en concepto de la distribución de habitaciones no cumplida".
Efectivamente los 80 euros ya están en todas nuestras cuentas. Pero no se trata de dinero, sino de como han tratado a niños de 11 años que no están en disposición de defenderse, como han cambiado los términos del contrato, y como no tienen en cuenta ( o sí , pero prefieren correr el riesgo y quedarse con los beneficios) de las incidencias que sufre el alojamiento con el que colaboran.
Además, a partir del momento en que empezaron las protestas la información que ofrecían en el blog se cortó casi de manera radical, después de que hicieran 3 post la tarde que llegaron, 5 al día siguiente...,-imagen BLOG- el día de Aquópolis, el día grande, apenas colgaron una foto a primera hora y una nota diciendo que por lo trepidante del día no habían tenido tiempo de hacer fotos y que al día siguiente los chicos nos telefonearían a las doce. Son las dos de la tarde y no han telefoneado, ni creo que lo hagan ya porque lo único que les queda es montarse en el autobús de vuelta a casa. Parece una represalia por quejarnos de cómo han tratado a algunos de nuestros hijos. El dinero no compensa el trato. Personalmente, preferiría una sanción que impida que esta empresa pueda seguir ofreciendo servicio.