El día 20 de julio de 2018, compré en IKEA de Sabadell, la cocina (pedido 983569874/98569862). A principios de agosto vinieron dos montadores, uno de ellos muy mal educado, el cual no quiso montar la cocina porque el techo no estaba finalizado. Asumí el error del albañil, el cual me había dicho previamente que no había problema si el techo no estaba finalizado. Que él había hecho obras con montadores de Ikea, todos juntos trabajando el mismo día de un montaje, y que no había habido ningún problema. Aun así, fui a poner una queja al mostrador de Ikea porque uno de los montadores fue muy mal educado. Tres semanas más tardes, a finales de agosto, vinieron a montarla, y unos días después, me encontré con diversos desperfectos en la cocina. Me acerqué a Ikea para preguntar qué podía hacer y vino un verificador ese mismo día. Albert, el verificador, encontró muchos más fallos de los que yo pude apreciar a simple vista. Posteriormente, me llamaron y me dieron cita para venir a arreglar todo unas semanas más tarde. Vino un chico, el cual no arregló nada porque dijo que para arreglar todo eso se necesitaba mucho tiempo y material y él solamente tenía 2/3 h para arreglar mi cocina. Al parecer, iba con el tiempo justo porque tal y como él dijo, durante ese día, tenía más cocinas que arreglar. Pidió una nueva encimera, ya que dijo que la que había estaba mal puesta. Lo que nunca llegué a entender es por qué no pidió todo el resto de material que también faltaba para poder reponer y arreglar los desperfectos. La encimera tardó 3 semanas en llegar, y cuando llegó el nuevo montador, se dio cuenta de que la encimera estaba rallada y que debía pedir otra. Este montador me dijo que la pediría de manera urgente. Lo cual tampoco llegué a entender bien, porque el primero no mencionó nada de urgencia y, además, tampoco el envío fue urgente, ya que volvieron a tardar otras 3 semanas aproximadamente en darme cita. Esta vez tuve que ser yo la que llamara porque nadie me llamaba para indicarme cuándo iban a venir. Ya nos íbamos a octubre, y viene otro montador diferente, y me dice que le va a costar mucho poner la encimera, y que si la pone va a tener que romper el fregadero. Le digo que me da igual, que haga lo que quiera, pero que haga algo y lo haga bien. Al menos ese montador fue amable y tuvo la decencia de volver a instalarme el fregadero, aunque roto, pero así yo podía seguir utilizándolo hasta que trajeran el nuevo. Bien, pues nadie llamaba, así que unos días más tarde llamé yo para ver si me indicaban cuándo alguien vendría a continuar con la odisea. Entonces, me dieron fecha de nuevo para 3 semanas. Y me llamó una chica desde Asturias posterioemente, para decirme que el fregadero que yo tenía se había dejado de fabricar, que podía coger otro que tenía el diseño vista o que podía ir a la tienda y escoger uno de acero inoxidable. La chica fue muy mal educada y no me ayudó nada con el problema. No quedándome satisfecha con su respuesta, llamé a atención al cliente, y otra chica, muy amable y simpática, me indicó que había un modelo nuevo que sustituía al que yo había comprado, y que solo variaba en 2 cm. Miró el plano de mi cocina (supongo), y me indicó que no había problema para instalarlo. Asimismo, me dijo que no tenía que abonar la diferencia, ya que este nuevo fregadero era un poco más caro. Tres semanas más tarde, viene de nuevo un transportista y un montador, y me indica el montador que no es posible montar ese fregadero porque no tiene el sifón y los conductos que van debajo. Bien, días y días más tarde, viendo que nadie me llamaba, me dirigí directamente al mostrador de Ikea a poner una reclamación, esta que ahora mismo voy a presentar, tanto en su centro como en la OCU.Por todo lo explicado, me parece vergonzoso el servicio prestado hasta la fecha. Su falta de organización y de profesionalidad deja muchísimo que desear. No sé si ustedes entienden el descontento que me han provocado, además de las molestias. La cocina me da hasta rabia tenerla y me encantaría poder desecharla y comprar una nueva, por supuesto no en Ikea, porque sigue sin estar arreglada hoy en día y porque después de tener tantos problemas con ellas, me da hasta manía verla. Dos de los módulos están torcidos, los zócalos de abajo están también mal puestos, hay dos muebles dañados, una puerta descolgada y al extractor le falta una luz. A todo esto, he de mencionar también que uno de sus montadores me dijo que el extractor estaba defectuoso, sin darme más explicaciones y sin por supuesto, pedir uno nuevo para que la próxima vez que alguien se dignara a venir a arreglar la cocina, tuviera el extractor en condiciones. Mi cocina es una cocina muy pequeña, menos de 10 metros cuadrados y hoy, 22 de noviembre, todo sigue igual que en agosto.Para que arreglen todos estos desperfectos, causados por productos defectuosos, la falta de conocimiento o mala praxis, llevo casi 5 meses. Durante las varias visitas que he recibido, más de 5 transportistas, 2 verificadores y más de 5 montadores, he tenido que estar pendiente del teléfono, de poder abrirles la puerta cada vez que venían, he tenido que faltar al trabajo, coger llamadas en mi horario laboral cuando no lo tengo permitido, y abrir la puerta a extraños constantemente. Además, deberían tener en cuenta también que, cada vez que ha venido alguien a mi casa, ha desmontado o montado algo, ha ensuciado y ha dejado mercancía que, aún hoy en día, estoy esperando a que me retiren. Mercancía que por cierto dejaron en el balcón, tan mal puesta que, tras unas lluvias, la encimera se cayó y no partió el ventanal de milagro. Habiendo también podido causar daños a cualquier persona que hubiera podido estar debajo del balcón en ese momento. Recordarles, que tal y como indica su cláusula número A. 10 del contrato de servicios prestados entre nosotros, IKEA es el encargado de retirar gratuitamente del domicilio del cliente los embalajes que pudieran quedar de los montajes contratados.