Estimados/as señores/as:
Me pongo en contacto con ustedes porque hace meses pedí cita por teléfono para acudir a vuestra clínica. cita que me disteis para el 8 de octubre. La trabajadora que me da la información por teléfono y me atiende (fecha aproximada junio) me ofrece primero una valoración con dermatología
para una posible operación de hiperhidrosis por la que yo me informo. Ella me comenta que me tiene que valorar antes el dermatólogo, pero que la cita más próxima es en octubre. Le digo que de acuerdo, que me de la cita aunque falten todavía meses. Acudo a la clínica el día 8 de octubre para esa supuesta valoración, la dermatóloga me examina durante 1 minuto la piel y me hace 5 preguntas y ahí finaliza la consulta, recomendándome tratarme con un psiquiatra por el problema facial que tengo y me receta una crema. Me advierte que no es un tema que ella pueda resolver ya que viene del sistema nervioso central y es cuando me anima a ir un tipo de terapia psicológica. Yo salgo de la consulta y de la clínica sin pasar por ningún tipo de mostrador, ni al llegar ni al irme. Solo me acompaña otra trabajadora de la consulta para guiarme a la salida y despedirse.
En ningún momento, ni por teléfono ni de forma presencial se me advierte que la consulta tiene un importe de 300€, no firmo ningún tipo de consentimiento ni de hoja para esa consulta. No soy informada en ningún momento de que me llegará una factura mediante mail y correo postal, advirtiéndome que tengo que abonar 300€. No es que no haya transparencia, es que yo no acepto en ningún momento ni soy informada de forma transparente y justa.
Solicito la anulación de dicha factura e importe pendiente de cargo; por falta de comunicación y falta de veracidad en todo el proceso. Porque yo en ningún momento soy informada del precio ni firmo esas condiciones, de hecho, la información recibida por teléfono, y si se puede revisar esa llamada lo comprobarán, indica que esa valoración no hay que abonarla.
Sin otro particular, atentamente.