El pasado día 27 de agosto realicé una llamada a la empresa de telecomunicación Adamo Telecom Iberia para dar de baja el servicio en la calle Langarilla num. 4 Bajo B en la localidad cántabra de Noja debido a que sólo uso su servicio dos meses al año y es muy caro mantenerlo todo el año. En dicha conversación telefónica me dijeron que no había ningún problema y quedamos para recoger el equipo el viernes 25 de setiembre a partir de las dos de la tarde. Personal del servicio de Adamo se pondría en contacto conmigo el mismo viernes para confirmar la cita.El 10 de setiembre de 2020 la compañía Adamo me pasó un cargo de 34,99 euros por el servicio de internet. Volví a ponerme en contacto con Adamo y me indicaron que ponían una reclamación al departamento de facturación para que subsanasen el error dado que la baja estaba realizada correctamente. Asimismo, les recordé que había quedado el viernes 25 de setiembre para devolver el equipo indicándoles también que yo no residía en la localidad de Noja, en la que estaba situada la conexión a internet, sino que tenía que ir expresamente desde Bilbao.Pues bien, no sólo no me han abonado los 34,99 euros, si no que el viernes en cuestión nadie se puso en contacto conmigo ni se pasaron a recoger el equipo, con el agravio consiguiente que supuso, ya que tuve que desplazarme expresamente para llegar puntualmente a la cita, con el agravante de que ese día había una borrasca en el Cantábrico con vientos de más de 100 kilómetros por hora, un tiempo de lo más desaconsejable para conducir más de una hora para encontrarme con que no me había servido para nada.