Tras una avería en un termo de agua, un fontanero acude y viendo que no lo cubre el seguro, me pone al teléfono con su jefe que me dice, textualmente “El termo colocado, 350 €”. Nunca se me dio por escrito. Acuden a instalar el termo y el fontanero perfora las tuberías del agua al perforar la pared con el taladro y hay que reparar la tubería y el hueco que hubo de abrir en la pared. Tras casi cuatro horas en mi vivienda, se van sin instalar el termo y además rompen un grifo de paso de agua a la lavadora, circunstancia que me ocultan. Regresan el lunes siguiente e instalan el termo. Cuando me envían la factura el importe asciende a 423,50€. Les llamo para decirles que ese no era el precio acordado y ellos insisten en que faltaba añadir el IVA y que eso se me advirtió en conversación telefónica, lo cual no es cierto. Insisto en que literalmente se me dijo “El termo colocado, 350€”. Después de varios mails cruzados, mantienen la factura y añaden que ellos se han visto muy perjudicados, porque han tenido que pagar una cantidad adicional para reparar los daños que ellos mismos causaron en mi casa.