Días atrás, mi esposa y yo, acudimos al Hipercor del Corte Ingles en Elche para realizar la compra. Entre otras cosas, necesitábamos macarrones con queso. El precio nos pareció un poco excesivo, por lo que leímos atentamente la etiqueta que lo indicaba y nos llamó la atención que el precio allí, como también lo indica en la pagina web, dice textualmente: “MISSISSIPPI BELLE macarrones con queso preparado deshidratado estuche 354 g”. Lo particular de esto, es que el envase dice claramente que el contenido pesa 206 g, lo que significa que están cobrando el precio de 354g por en envase de 206g.
Aprovechando que justamente había una reponedora en el pasillo, le hicimos notar el problema y su primera reacción fue decirnos que la “g” en el envase no se refería a gramos. Ante nuestra insistencia, tomo una distancia y llamó a su supervisor, cuya respuesta fue que estaba ocupado con los turrones. De muy malas ganas, nos llevó hasta donde se encontraba el, quién no hizo mas que dar explicaciones absurdas, se mostró muy molesto por la interrupción, y no ofreció ninguna solución porque no estaba en sus manos hacerlo.
Salimos de allí sin el producto, pero con un enfado tremendo por la actitud de ambos, mi impresión fue que cometimos un grave error al hacerles notar un error e interrumpir sus tareas.
Que lejano quedó el concepto de atención al cliente…