Expediente: 2.025/9533531
Clave: 0430
Control: 3983817
Precio por Plaza: 452,90 euros
La estancia de mi mujer y yo estaba prevista para 10 días, 9 noches, del lunes 28 de julio al 6 de agosto de este 2025. Sin embargo, por las razones que a continuación narro se ha visto reducida a 4 noches 28, 29, 30 y 31 de julio, suspendiendo nuestra estancia en dicho balneario la mañana del 1 de agosto.
Salvo el parque que rodea al balneario y el trato del personal trabajador, magníficos ambos, el resto de ese balneario es lamentable. Destacando las habitaciones (viejas y muy poco cuidadas), las comidas (peores que el más reducido y rancio rancho cuartelero) y las instalaciones destinadas a los baños propiamente dichos.
Es necesario señalar además que en el balneario se produce una desgraciada y asombrosa situación de discriminación económica entre los usuarios del IMSERSO y quienes allí acuden por su cuenta. Dicha situación, más propia del régimen franquista que del actual Gobierno progresista, consiste en la separación tanto en las comidas como en las prestaciones de salud del balneario.
En lo tocante a la comida, además de una separación física entre unos y otros en el mismo restaurante (una reja de madera separa a unos clientes de otros), existen menús muy distintos tanto en cantidad como en calidad, e incluso mostradores diferentes para el bufet del desayuno, sin que los usuarios del IMSERSO puedan acceder a los de los otros clientes. Por lo demás, la calidad de la comida es muy mala y su cantidad roza las raciones de hambre (vg. Primer plato de la cena del jueves 31 de julio: “Verduras al vapor”. Lo así anunciado en el menú consistía exactamente en tres trozos de patata hervida, dos minúsculos brotes de brécol y 25 o 30 diminutos trocitos de zanahoria de bote).
En cuanto a la prestación de los tratamientos médicos, los lugares de los usuarios del IMSERSO y los de los otros también están separados, impidiéndose el acceso a los segundos a los usuarios del IMSERSO. En consecuencia, ignoro la situación en la que se encuentran estos últimos. Sin embargo los destinados a los usuarios del IMSERSO son viejos y en ocasiones obsoletos.
En definitiva, por una birriosa estancia de cuatro noches mi mujer y yo hemos pagado la cantidad de 905,8 euros. Impresentable a todas luces.
A tenor de lo anteriormente dicho, estimo que el IMSERSO, organismo dependiente del ministerio de Derechos Sociales, Consumo y Agenda 2030, debería remediar la situación vergonzosa, pésima y ofensiva a la que el Balneario de Alhama de Granada somete a los usuarios de esta prestación social, ya que, entre otras cosas, atenta contra la dignidad de las personas de la tercera edad, usuarias de este servicio.