Estimados señores/as de CICAR,
Me dirijo a ustedes para presentar una reclamación formal por la pérdida de un objeto personal tras el cambio de vehículo realizado con su empresa el 1 de octubre de 2025 a las 13:00 horas en Fuerteventura.
Ese día recogimos un vehículo de alquiler en sus instalaciones, el cual tuvimos que cambiar debido a un fallo en el sensor de aparcamiento delantero izquierdo. Al efectuar el cambio, mi pareja olvidó en el coche original una sudadera valorada en aproximadamente 40 euros, pero con gran valor sentimental.
El 3 de octubre sobre las 19:30 horas contactamos telefónicamente con su oficina para informar del olvido. Un empleado nos confirmó que la sudadera se encontraba allí y que podíamos recogerla al finalizar nuestro viaje.
Sin embargo, el 6 de octubre, al devolver el coche y acudir a recoger la prenda, nos informaron de que la sudadera había desaparecido. La trabajadora presente ese día contactó con la persona que nos atendió el 1 de octubre, quien confirmó recordar la existencia de la sudadera, pero no pudo ofrecer una explicación sobre su paradero. Además, lamentablemente, la actitud mostrada durante dicha conversación (comentarios y risas) nos pareció una falta de respeto y profesionalidad.
Por todo lo anterior, solicito:
1. Una investigación interna sobre lo sucedido con la sudadera.
2. Una respuesta por escrito aclarando los hechos y las medidas adoptadas.
3. En caso de no poder recuperarse la prenda, una compensación económica por su pérdida.
Adjunto mis datos para su identificación y contacto:
Nombre: José Manuel Vila Luna
Número de contrato o reserva: 19676006 (reserva del vehículo anterior sustituido el 19675997
Email de contacto: lochcastle87@hotmail.com
Fecha de recogida del primer vehículo: 1 de octubre de 2025
Fecha de devolución: 6 de octubre de 2025
Y por último, me da mucha lastima ya que he reservado en 3 islas distintas con ustedes y en esta ha sido la que me he llevado una decepción.
Agradezco su atención y quedo a la espera de una respuesta en un plazo razonable.
Atentamente,
José Vila