Tras sufrir nuestro vuelo un retraso y tener los imprevistos habituales de una familia numerosa con tres niños de corta edad, conseguimos encontrar, en las inmediaciones del aeropuerto de Mallorca, la furgoneta de la compañía ClickRent, por supuesto no conseguimos plaza en la primera de ellas y tampoco en la segunda, por suerte, tiempo después pudimos montarnos en la tercera, que nos llevó a un polígono industrial donde se encontraban las oficinas de la empresa.
Después de esperar pacientemente nuestro turno, un empleado nos indica que nuestra reserva se ha cancelado, ya que la hora de llegada que le figuraba era de más de tres horas antes a nuestra llegada y que el dinero ingresado (el total por el alquiler de un vehículo durante 10 días con su correspondiente seguro completo) había sido cancelado y el importe abonado, no nos sería devuelto.
Para más inri, nos indicaron que si queríamos hacer una nueva reserva, ¡el precio sería mucho mayor al ya pagado!
El resultado, tirados en un polígono industrial, en una ciudad desconocida, con más de 30° y tres niños de muy corta edad.
Me ahorro contarles como acabamos la tarde en un hospital de la localidad.