El pasado 12 de julio se celebró en Valdebebas, Madrid, el primer día del festival de música MadCool. Para dicho día disponíamos mi pareja y yo de dos entradas (84 euros cada una, total 168 euros) más una plaza de parking (naranja para 3 días) gestionada por el mismo festival en Ifema (17,5 euros). Debido a la mala organización y a la falta de previsión tardamos casi 2 horas en acceder desde la Glorieta de Edimburgo al parking que anteriormente habíamos reservado, ya que había una única entrada de coches y además una sola persona se encargaba de ir revisando los coches abriendo los maleteros.Una vez en el parking, nos vimos retenidos en un tumultuoso tapón de gente en el que vimos peligrar nuestra integridad física y la de los demás (adultos y niños, incluso bebés en carrito). Pasadas más de dos horas estuvimos de pie al sol en el parking esperando a que el personal de seguridad abriese el cordón, porque al parecer había otro taponamiento de gente más adelante, en el túnel que pasaba bajo la M-11 y nos informaron de que era peligroso seguir avanzando. Se vivieron momentos tensos, lipotimias, avalanchas, ataques de ansiedad, embarazadas que tuvieron que salir del tumulto y sentarse en el césped, niños haciendo pis en la hierba, personas con crisis de ansiedad que fueron atendidas por los servicios médicos que fueron avisados por el personal de seguridad. No teníamos ni agua y seguíamos esperando al sol. Todo esto ha quedado reflejado en la mayoría de medios de comunicación y fue trending topic en twitter durante un día. Debido a la larga espera, la gente se comenzó a poner nerviosa, derribando vallas por lo que tuvieron que acudir la Policía Nacional a intervenir, la cual, a pesar de que la gente indignada avanzaba hacia el túnel, informaba del riesgo que suponía seguir avanzando y meterse en dicho túnel.Tras más de dos horas de espera conseguimos llegar a las 21:30 a las puertas de acceso, en ese espacio de tiempo que va desde las 17:00 que llegamos a Ifema hasta las 21:30, no pudimos disfrutar de los grupos por los que habíamos adquirido nuestras entradas. Llegados a la entrada al recinto (pedregal dónde la gente con sillas de ruedas apenas podían avanzar) nos dispusimos a ejercer nuestro derecho como consumidores y solicitamos las hojas de reclamaciones que se nos entregaron después de esperar otra larga cola. Por fin rellenamos la reclamación y con la ayuda de la Policía Municipal con NIP 99958 la entregamos en mano a una persona encargada del Festival alrededor de las 22.30 h, porque era inviable volver a ponerse en la cola para entregarla. La persona que nos recibió no hizo ninguna alegación, como así lo señaló en la hoja de reclamación el policía, ni pidió siquiera disculpas. Todo muy lamentable. Necesitábamos beber algo pero de nuevo colas de más de una hora para poder pedir algo de beber, por lo que nos tuvimos que retirar del recinto lamentando haber sufrido todo lo mencionado. Nosotros nos sentimos engañados y defraudados como consumidores, además de habernos puesto en peligro. No somos culpables de la organización de este evento y de no haber podido disfrutar lo que tenía que haber sido una tarde noche de conciertos.