Bajo el nombre Mallorca Island Festival, un agente de esta empresa entra en contacto con los alumnos de 2º de Bachillerato de Fraga (Huesca, y no “Huelva”, según constaba en el Manual del pasajero) para ofrecerles un viaje de final de curso a Mallorca del 17 al 23 de junio (posteriormente se cambió la fecha al 16). A través de uno o más de los jóvenes, crean un grupo de Whatsapp supuestamente para organizar el viaje, aunque en realidad se trata de bombardearlos con propaganda. Organizan reunión en línea con los padres donde prometen que todo será maravilloso y seguro. El coste del viaje será de 523€ (este precio incluye seguro por cancelación parcial en caso de coincidir las fechas del viaje con exámenes de recuperación y un seguro “Plus estudiantes”), que incluyen los traslados en autobús desde la localidad de origen hasta el puerto, el billete de barco y pensión completa con bebida en Resort Bellevue Club *** y otras actividades (explicitadas en su página web, sección padres) que no llegaron a tener lugar.El día de la recogida los dos autobuses se presentaron con 2 horas de retraso (a las 17:30 en lugar de las 15:30). Cuando llevábamos esperando media hora, les indican por Whatsapp que los autobuses llevan retraso, que los chicos vuelvan a sus casas y que les recogerán hora y media más tarde. Con los autobuses no viene nadie del personal del MIF, al contrario de lo que se había anunciado. Los autobuses les dejan en una zona del puerto errónea. Después de esperar dos horas y de trasladarse por dos veces, de manera, nuevamente errónea, por indicación de la persona de contacto de Whatsapp (Mireia?), vienen a recogerlos dos autobuses que les llevan finalmente a la zona del puerto correcta.Dos chicas del personal del MIF, antes de subir al barco, les entregan las pulseras acreditativas y los billetes de ida y de vuelta.Una vez a bordo, no les atiende nadie. Buscan la sala de butacas que les corresponde para pasar la noche y descubren que no hay butacas para todos. Tampoco se les avisó de que la cena no estaba incluida. Hay un único responsable MIF que no fue de ayuda.A las 8:00 de la mañana llegan a destino y les recogen en autobús para el traslado al resort. Desayunan. En la presentación MIF (bajo el sol) una persona del MIF les explican las normas de la estancia y otra (Alejandro?) se disculpa por la mala organización de la recogida y les dice que se compensará. Les cobra los packs MIF, que resultan estar etiquetados de manera errónea (se soluciona por la tarde). Los packs eran voluntarios pero “recomendados” para transporte y entrada en discotecas y consumición durante 4 noches porque supuestamente el resort estaba alejado de otros centros de ocio. Había 3 packs diferentes: 90, 125 y 150 €. La mayoría optaron por el de 125, que incluía los desplazamientos indicados además de excursión a una playa “virgen” y una entrada a un parque acuático.El regalo de bienvenida era una bolsa del MIF con una funda de móvil sumergible, que resultó no serlo. Las habitaciones no estaban en suficientes condiciones de limpieza cuando llegaron, por lo demás eran correctas, aunque no a la altura de lo prometido. Las comidas fueron correctas, aunque repetitivas. El puesto médico estaba cerrado.Se celebraron casi todas las fiestas anunciadas, algunas a la altura y otras decepcionantes.La salida en catamarán estaba incluida en precio inicial. No había plazas para todos. A los que no pudieron servir les ofrecieron hacer la salida al día siguiente por la mañana (como los chicos salían de fiesta de noche renunciaron a ir).La playa “virgen” resultó una decepción: sencillamente había menos gente que en otras playas.Con la entrada al parque acuático les entraba un descuento en el menú, pero los establecimientos que debían ofrecérselo estaban cerrados.Para compensar los errores les regalaron una camiseta del MIF, talla S a todos. Ante su decepción les llamaron desagradecidos.El viaje de vuelta, con las esperas habituales en este tipo de viajes, sin representante MIF visible, aunque esta vez hubo butacas para todos.Resumiendo: publicidad engañosa, precio inflado, desatención continuada y algunos incumplimientos flagrantes que no se subsanaron debidamente. En una cosa tuvieron razón: fue un final de curso inolvidable.Nuestro objetivo con este escrito es hacer públicos estos abusos para que no se repitan impunemente.Nota: No podemos adjuntar el Manual del pasajero que nos enviaron porque “pesa” demasiado.