Contraté la compra e instalación de una cocina con Leroy Merlin. Desde el inicio del proyecto he sufrido una gestión deficiente y un incumplimiento continuado del contrato.
El primer vendedor asignado abandonó el proyecto a mitad del proceso sin previo aviso. El segundo vendedor, una vez realizado el pago, dejó de responder llamadas y mensajes, impidiéndome obtener información sobre el estado del proyecto, fechas o resolución de incidencias.
Tras la instalación inicial, el lavavajillas no funcionaba. Aunque esta incidencia fue reparada tras una reclamación, la cocina sigue a día de hoy SIN FINALIZAR, existiendo trabajos pendientes que impiden dar el proyecto por terminado.
Debido a errores en los pedidos realizados por Leroy Merlin, se acumuló material sobrante en mi terraza. Dicho material fue retirado posteriormente, pero no se me ha devuelto el importe correspondiente, pese a haberlo reclamado en repetidas ocasiones y sin que se me informe de plazos ni estado de la devolución.
Actualmente no se me facilitan fechas concretas para finalizar la cocina, el servicio de atención al cliente no ofrece seguimiento y cada contacto da una respuesta distinta.
Solicito la intervención de la OCU por incumplimiento contractual, retención indebida de importes y falta de finalización del servicio contratado.