Estimados/as señores/as:
La empresa Repsol se dedica a emplear a unas personas o grupo de personas para dirigir a usuarios finales a contratar directamente con ellos el gas y la electricidad con una impersonación. Esta mentira está basada en una supuesta regularización que el agente dice obligatoria, el agente dice ser parte de la distribuidora que el usuario tiene contratada, de forma que impersonandose como la distribuidora consigue engañar al usuario, redirigirlo a otra llamada con la comercializadora de Repsol y dirigirlo a una gestión en la que cambia de contrato de luz y gas a Repsol con precios más altos.
Es una mala práctica totalmente clara y consumada por Repsol y es absolutamente claro que Repsol debería pagar grandes sanciones porque sus malas prácticas son molestas, repetitivas, basadas en mentiras y con el único propósito de sacar un beneficio operativo.
Un saludo,
Francisco Rubio