Habiendo comprado un teléfono móvil que presentaba problemas desde el primer día en su software (aparecen en la pantalla letras chinas), se rompe la parte trasera de cristal del teléfono. Entonces se repara el teléfono y se abona el importe de dicha reparación. La empresa nos comunica entonces que al haber reparado una vez el teléfono, perdemos la garantía tanto de los errores de software (el cual repito, ya presentaba problemas) como de hardware. Entonces presentamos una hoja de reclamaciones alegando que el teléfono sigue dando errores en su software hasta que el día 26 de julio la batería del teléfono explota en mis manos.