Quiero denunciar mi experiencia con la empresa Inmobiliaria Master, ya que considero que su servicio es un claro ejemplo de publicidad engañosa y prácticas abusivas que deberían ser investigadas.
La empresa se promociona como un proveedor de métodos "revolucionarios" para captar clientes y vender propiedades, pero la realidad dista mucho de lo que prometen. Desde el primer contacto, emplean técnicas de presión psicológica para generar un sentimiento de urgencia (FOMO), aprovechándose de las necesidades y vulnerabilidades de quienes buscan mejorar sus oportunidades profesionales.
Un aspecto particularmente preocupante es su publicidad engañosa. Afirman que el curso cuesta "menos de 200€", pero esta cifra no es más que un anzuelo. El precio real asciende a 1.900€, dividido en cuotas gestionadas por la financiera Sequra. Este detalle no se comunica de forma transparente hasta que el cliente ya está comprometido, lo que genera una sensación de manipulación y falta de ética empresarial.
En cuanto al contenido del curso, la calidad es extremadamente deficiente. He completado el programa y puedo afirmar que no justifica en absoluto el elevado coste. El temario parece improvisado, sin el respaldo de profesionales cualificados. Los materiales parecen haber sido elaborados por personas jóvenes desde sus domicilios, sin la experiencia ni la preparación que se espera de un servicio formativo de este nivel. Además, no existe un seguimiento real, y las consultas que se realizan reciben respuestas genéricas o nulas.
Otro problema grave es el trato que se recibe si hay algún retraso en los pagos. Aunque cumplí con todos mis abonos, supe que un pequeño retraso de apenas dos días genera una respuesta inmediata por parte de un supuesto "Departamento del Alumno", representado por alguien llamado Eduardo. Este departamento envía mensajes insistentes y amenazantes, exigiendo el pago inmediato y advirtiendo sobre recargos adicionales o inclusión en listas de morosos gestionadas por Sequra. Este trato es inaceptable y aumenta la sensación de desprotección como consumidor.
En cuanto al "método revolucionario" que ofrecen, no tiene nada de especial. Básicamente, consiste en aprender a usar Facebook Ads y personalizar campañas según el público objetivo. Este conocimiento se puede adquirir fácilmente mediante un curso de marketing digital en plataformas reconocidas como Domestika, a un precio mucho más accesible y con una calidad muy superior.
Considero imprescindible alertar a otros consumidores para evitar que pasen por esta situación. Mi intención al publicar esta experiencia es que los usuarios estén informados y que organismos como la OCU investiguen a empresas como esta, que parecen operar fuera de los estándares de transparencia y ética.
Existen muchas alternativas formativas en el mercado que ofrecen mejor calidad y precios más razonables. Espero que, con el tiempo, se tomen medidas legales o regulatorias contra este tipo de prácticas, para proteger a los consumidores de servicios engañosos y abusivos.