Estimados señores:
Me pongo en contacto con ustedes porque me uní al programa InDance Internacional en septiembre del año pasado y lamentablemente, mi experiencia ha sido profundamente decepcionante y muy alejada de lo que se anunciaba. El programa prometía mucho (fotos y vídeos profesionales, la libertad de crear nuestros propios Demos y un espacio seguro para el crecimiento y la creatividad), pero ninguno de estos compromisos se ha cumplido a la fecha.
Lo que me ha quedado claro es que el programa no prioriza el bienestar ni el futuro de sus bailarines. En cambio, la atención parece estar en que los bailarines actúen bajo el nombre del director para su beneficio en lugar de apoyar nuestro desarrollo artístico.
No ha habido coherencia en la enseñanza, el personal entra y sale frecuentemente sin explicación, y la falta de transparencia es desalentadora. El supuesto “espacio seguro” para el crecimiento parece tóxico y el entorno no es propicio para el aprendizaje o la creatividad. La directora ha mostrado poco respeto por sus responsabilidades o las promesas que nos hizo a los estudiantes.
Para mí es increíblemente importante que otros jóvenes bailarines sean conscientes de estos problemas. Este programa no es un lugar saludable ni de apoyo para crecer como artista, y espero que estas preocupaciones se tomen en serio en el futuro.
Solicito se haga una auditoria a dicho centro educativo el cual alega ser una ONG. Asimismo, indicar que no hay mayor información fiscal que acredite que este es un negocio serio.
Adjunto el comprobante de pago realizado desde mi banco en Zagreb a la cuenta bancaria de InDance International.
Sin otro particular, atentamente.