Buenas tardes Isabel,
Encantados de volver a atenderla.
Usted realizó un pedido y reservó uno de los productos. El proceso de reserva es algo que permitimos en nuestra web ya que vamos reponiendo constantemente nuestras medallas. Que por cierto, gustan muchísimo y son de muy pero que muy buena calidad y a un precio increíble. Lamentamos que no sea de su gusto en este caso.
Continuando con su caso, realizó una reserva de uno de los productos y en este proceso una vez que vuelva a estar en stock es cuando nuestra empresa envía dicho producto. Así es como funciona.
Nuestra sorpresa fue que ese día, que además fue sábado, lo recuerdo perfectamente. Empezó usted a dirigirnos infortunios y malas palabras; me adelanté y advertí que no íbamos a consentir una falta de respeto más pero aún así continuamos atendiéndola. Es nuestra labor y para nosotros nuestros clientes siempre son los primeros. Intentamos explicarle con muchísima paciencia, a pesar de que siguió con palabras feas e infundadas, todo el proceso de reserva.
Pasados unos días usted solicita la devolución del producto ya que no quiere esperar más tiempo y quiere su dinero. Mi compañero le atendió en bastantes ocasiones por llamadas y le explico cómo realizamos el proceso de devolución, en el que pedimos un IBAN bancario y titularidad de la cuenta.
Al día siguiente de esto realizamos la devolución del producto solicitado y aquí viene otra queja suya, y es que comenta que el importe que se le devuelve no es correcto. Le explico con muchísima paciencia una vez más, a pesar de sus palabras fuera de lugar de nuevo, que el importe es CORRECTO.
Ya que Isabel realiza un pedido con un descuento que solo se aplica en compras superiores a 20€. El pedido está compuesto de dos productos, y procede a solicitar la devolución de uno de ellos. Por tanto el pedido no llega a superar el importe de 20€ y por tanto, no se puede beneficiar del descuento aplicado.
Isabel entra en cólera y no entiende esto. Y sigue con su tono y palabras fuera de lugar.
Es una pena que en una empresa como la nuestra que es familiar y que abogamos por la cercanía, nos encontremos con clientes como Isabel que no trata con respeto y que encima tengamos que aguantar palabras infundadas, malos tonos, faltas de respeto y que encima diga que no se le atiende, cuando se le atiende y muchas veces con gran talento por parte de un compañero.
Y repito, la atiende con gran talento, porque no es de agrado que en tu puesto de trabajo tengas que soportar faltas de respeto de ninguna manera.