El pasado mes de diciembre adquirí una moto eléctrica infantil en la página web de El Corte Inglés como regalo de Papa Noel para mi hijo pequeño, esta moto, (cuya caja estaba abierta cuando fue entregada) le fue entregada a mi hijo el día 25 de diciembre resultando que, sin motivo aparente, después de un rato de uso, el pequeño pisa el pedal acelerador y este no funciona, compruebo esto con la mano y, efectivamente, no funciona.
Dada la situación y lo especial de las fechas, el 27 de diciembre decido adquirir otra moto igual en El Corte Inglés de Huelva para no dejar a mi hijo con ese mal sabor de boca de que Papa Noel le había traído la moto que tanta ilusión le hacía, averiada.
Pues bien, tras el montaje de rigor el niño prueba la moto, y cual es nuestra sorpresa cuando esta da exactamente el mismo fallo que la anterior.
Ante este despropósito, contacto con atención al cliente vía telefónica y me atiende un empleado que me dice que registra la reclamación y que ya me llamaría a finales de semana porque tenía unos problemas personales.
Se ve que esos problemas por desgracia se han alargado más de lo previsto porque han pasado dos semanas y no me ha llamado, y yo tengo dos trastos inutilizables en casa porque si me arriesgo a salir con ellos puede que tenga que volver cargándolos en brazos.