Realicé una compra de entradas 55€ cada una que posteriormente tuve que vender por no poder asistir al evento. Para poder venderlas, tuve que cambiar la titularidad de las entradas, lo que me costó 40€ (20€ por cada una). Finalmente, los compradores de la entrada no me abonaron el importe de las mismas y accedieron al recinto con mis entradas. Previamente, me había puesto en contacto con la organización para intentar recuperar el control de mis entradas, ya que estaban pagadas y nominadas por mí. La organización no sólo no me dio ninguna solución, sino que se desentendió del asunto, permitiendo que dos personas entrasen al recinto con dos entradas robadas, puesto que no me las habían pagado. Me puse en contacto con la organización y ésta me pidió pruebas. Les he aportado numerosas pruebas de cómo esas entradas me pertenecían y cómo su sistema permitió que dos personas accediesen al recinto con ellas sin haberlas pagado. Les he aportado incluso extractos bancarios y solicitado que les pidan a esas dos personas los mismos extractos bancarios que demuestren que me pagaron las entradas con las que accedieron al registro. Tras dos días enviándoles emails y pruebas al respecto, no he recibido respuesta.