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Tu reclamación

A. G.

A: ADELA ALFARO

21/07/2025

Me pongo en contacto con ustedes para presentar una reclamación formal contra una profesional del sector de la confección, concretamente una modista a la que contraté para la elaboración de mi vestido de novia, debido a una serie de incumplimientos graves que afectan tanto al servicio prestado como a mis derechos como consumidora. El pasado mes de septiembre de 2024 contacté con la modista Adela Alfaro, con el fin de contratar sus servicios para la confección de un vestido de novia personalizado. Durante la primera toma de contacto, el día 02.09.2024, le pregunté si era posible realizar un vestido de unos cortes concretos (aportándole imágenes que registran fecha y hora de lo que yo quería). Le comenté el peinado que llevaría y el ramo puesto que me dejaba aconsejar en el estilo del mismo para que todo fuera en concordancia, el tipo de tela y sobre todo le expresé mi preocupación por el tiempo de confección. Le pregunté si nos daría tiempo de confeccionarlo y si había alguna manera de verlo o hacerme la idea de cómo iba a quedar, puesto que me era muy difícil recrearlo. Ella me tranquilizó y me transmitió que era totalmente normal la sensación de inseguridad que tenía puesto que le pasaba a todas las novias en este tipo de procesos de confección de vestido que empiezan de cero y que teníamos justo el tiempo que ella necesitaba para hacerlo, que era un año de antelación.  Desde entonces y hasta la fecha (julio de 2025), se han venido realizando diversas pruebas y ajustes (en concreto 7) sin éxito. En todo momento he ido expresando mi disconformidad con el diseño y la confección, ya que lo que se iba realizando no se correspondía con lo que yo había solicitado ni con el boceto inicial acordado. La modista ha ido cambiando el modelo en distintas ocasiones, en concreto 3, de los cuales me ha culpabilizado además , recalcando que nunca había hecho algo así con otras clientas, todo ello sin lograr realizar un trabajo satisfactorio ni acorde a mis peticiones ni al boceto que habíamos acordado al principio. El viernes 18.07.2025 tras una llamada telefónica con testigos de la misma y de la conversación que tuvimos, le comento que me encontraba en una situación de desconfianza total tras todos los cambios que ha ido realizando sin éxito. Ella me dijo que se había dado cuenta, que cada prueba era hasta para ella un momento de tensión puesto que yo le ponía “pegas” a todo lo que iba haciendo ella, y que no era más que seguir el boceto que yo había elegido, y que la decisión de seguir o no en todo momento era mía. Tras la llamada telefónica le pido porfavor que me envíe una imagen del supuesto boceto que estaba siguiendo ella para confeccionar el vestido, a lo que ella me envía una imagen, la cual para mí es un nuevo boceto que no había visto hasta la fecha, afirmando falsamente que era el original aprobado, lo cual considero una manipulación y una falta de honestidad.  Me ha hecho sentir engañada, ultrajada y cuestionada injustamente, al insinuar que miento sobre lo pactado, que sabía perfectamente el modelo que yo había decidido, siendo que en la sexta prueba (10.07.2025) cuando le comento que me gustaría tener el vestido finalizado para el 31 de julio, me preguntó cuándo era mi boda, con testigos que pueden dar fe de ello, mostrando confusión o cero o poco interés acerca tanto del proceso que estaba teniendo entre manos como de la profesionalidad, la exigencia y rigurosidad de su trabajo.  Ante la falta de honestidad y el sentimiento de desasosiego, impotencia, decepción, desconfianza, decido comunicarle mediante un mensaje mi decisión de no continuar nada más con ella y le solicito la devolución del importe abonado hasta la fecha (2000€) a lo que la Sra. Alfaro se ha negado, alegando que ha invertido tiempo y trabajo, proponiéndome un “acuerdo amistoso” que considero INJUSTO, dado que el resultado es inservible: el corte y la falta de tela no se podrían reutilizar por otra modista, a pesar de haberme tomado medidas hasta en 5 ocasiones, aunque solo en una de ellas había usado una cinta métrica, que fue la primera vez.  El servicio ha sido deficiente desde el principio. En la última prueba no me pasaba ni la manga de la capa que ella misma había hecho y había tomado la medid de mi brazo en la cita anterior con fecha 10.07.2025, el cual tuvo que descoser de nuevo para poder colocarlo encima para la prueba de ese día y así poder hacerme una idea de cómo iba a quedar puesta. Además quiero dejar constancia de que la modista vulneró de forma directa e injustificable la confidencialidad que debía guardar en relación con mi encargo. al compartir con terceras personas detalles del proceso de confección de mi vestido de novia sin contar con mi consentimiento ni autorización previa. Esta información incluía aspectos del estado del trabajo, dificultades encontradas durante el proceso e incluso comentarios personales relacionados con la gestión y el pago del encargo, así como el costo del mismo.  Este comportamiento el cual constituye una falta grave de profesionalidad, no solo atenta contra la ética profesional que debe regir este tipo de servicios, sino que también infringe mis derechos en materia de protección de datos y confidencialidad. Al tratarse de un encargo de carácter íntimo, delicado y emocionalmente importante, como lo es el vestido de novia, considero que la situación ha generado un daño especialmente sensible. Por ende solicito que esta circunstancia sea tenida en cuenta dentro de la reclamación presentada, por el impacto que ha tenido tanto a nivel personal como en la confianza que deposité en dicho servicio, afectando directamente a mis derechos como consumidora.  El vestido a día de hoy no está terminado: se encuentra con alfileres, sin rematar, sin armar, sin cuerpo, sin costuras definitivas ni estructura final respecto al boceto que elegí con fecha 11.10.2024. Tampoco está ni bien adaptado a las medidas de mi cuerpo: ni de espalda, ni de cintura, ni de altura, ni contorno de brazos así como tampoco de la sisa, ni el vestido ni la capa, la apertura de la falda en forma redondeada en vez de en pico y un sin fin de añadidos más. La técnica utilizada como el patronaje es deficiente, el acabado es inaceptable y considero que no ha demostrado capacidad técnica suficiente para afrontar un encargo de estas características.   A día de hoy, a un mes y medio de mi boda, y con el mes de agosto por medio (periodo en el que muchas modistas están de vacaciones), me encuentro sin vestido y sin tiempo físico para encargar uno nuevo. Considero que, además del perjuicio económico, he sufrido un grave daño moral y una pérdida de oportunidades, así como un desgaste emocional, primero por la incertidumbre de no saber cuándo tendría la siguiente prueba ni si estarían corregidos los fallos de las pruebas anteriores , segundo por los ataques de ansiedad de estos últimos días ante todo lo descrito anteriormente, tercero porque han jugado con mi ilusión, con mi tiempo y mi dinero.  SOLICITO * La devolución íntegra del dinero abonado por el servicio no realizado correctamente.  * Una compensación económica por los perjuicios causados, tanto económicos como emocionales, al tener que asumir el gasto de un nuevo vestido a pocas semanas del evento por errores ajenos a mí.  * Que se tomen las medidas oportunas para evitar que otros consumidores pasen por una situación similar.

Adjunto a esta reclamación:
 - Fotografías del boceto original y el presentado por la profesional.
 - Fotografías del estado actual del vestido y de todo el proceso, con los distintos errores irreparables durante las 7 pruebas.  Quedo a la espera de su valoración y agradezco de antemano su atención y apoyo en la defensa de mis derechos.

Mensajes (1)

Asistencia solicitada 21 julio 2025

ADELA ALFARO

A: A. G.

01/08/2025

Debido a la reclamación interpuesta por Alexandra, y en defensa de nuestra profesionalidad y seriedad en nuestro trabajo, me veo obligada a responder y desmentir las acusaciones vertidas. El pasado septiembre, dicha clienta contactó con nosotras para contratar nuestros servicios de diseño y confección a medida de su vestido de novia. Tal y como hacemos con todas nuestras clientas, se le prepararon unos bocetos, entre los cuales ella seleccionó uno, así como se le enseñaron distintos muestrarios de tejidos y se le explicaron todas las opciones para el mismo. Tras seleccionar bocetos y tejidos, se le envió un presupuesto final, que se rectificó porque la clienta no estaba segura de incluir o no bordados en el diseño del mismo. La clienta aceptó el presupuesto, y pagó una señal de 1/3 del presupuesto total, que es el pago que nuestras clientas hacen al inicio, para poder garantizar nuestras horas de trabajo y los materiales utilizados. Todo el proceso de diseño y confección del vestido continuó con normalidad, sin expresar ninguna disconformidad, de hecho en febrero la clienta realiza un segundo pago del vestido de forma voluntaria, por lo que nada hace sospechar que no estuviera conforme con el proceso, tampoco lo manifestó. Unos meses más tarde, la clienta muestra su disconformidad con ciertas costuras estructurales del vestido, y este se modifica completamente, sin ningún tipo de problema, entendiendo que es un hecho aislado y buscando en todo momento satisfacer a la propia clienta, hasta el punto de modificarlo de acuerdo a un dibujo que ella nos envía, en el que se ve claramente la forma de las costuras que quiere en su vestido. Probamos ese nuevo vestido, y la clienta se muestra satisfecha. Paralelamente escoge unos bordados para el vestido que también se presupuestan y da su conformidad. Nuestra sorpresa llega en las últimas pruebas, cuando se muestra muy insatisfecha con la estructura del vestido, que ella misma había solicitado, con los bordados, que una vez más cambiamos sin problema para buscar su satisfacción, y por último con el propio tejido del vestido que ella seleccionó desde el principio. Además de todos estos cambios, que evidentemente dificultan nuestro trabajo y hacen necesarias más pruebas y ajustes del vestido, la actitud de la clienta empieza a ser desafiante, cuestionando nuestro trabajo, y exigiendo cambios en el vestido que son absolutamente imposibles de realizar, como por ejemplo eliminar las costuras , lo cual haría imposible poder construir tanto su vestido como su capa. En todo momento intentamos solucionar todas sus quejas e inquietudes, modificando el vestido las veces necesarias, incluso ofreciéndole la posibilidad de recoger el vestido a final de julio, ya que muestra mucha intranquilidad con los tiempos, a pesar de que la fecha de entrega es en septiembre de 2025. Como aclaración, en un vestido de novia a medida, los alfileres están presentes en el vestido hasta la última prueba, porque el objetivo es ajustarlo a la perfección y adecuarlo al cuerpo de cada clienta hasta el último momento, por tanto la existencia de los mismos en su vestido no denota ningún retraso en los tiempos de confección ni afecta en absoluto a los tiempos de entrega que están delimitados y definidos en agenda desde la primera cita. Quiero también aclarar que en ningún momento hemos sido responsables de paralizar el proceso de confección de este vestido, mostrando siempre nuestra predisposición a continuar con el trabajo, a pesar de las faltas de respeto recibidas por parte de la clienta, ya que no permitimos que este tipo de actitudes interfieran en nuestro trabajo y buena hacer. En todo momento se han escuchado sus peticiones, dudas y apreciaciones, y cada paso que se ha dado en el proceso ha sido consensuado y aceptado por ella, el boceto fue el elegido por ella. Por tanto en ningún momento ha sido engañada ni forzada a escoger absolutamente nada. Su petición de devolución de dinero, teniendo en cuenta todo el trabajo realizado, el coste de tejidos y materiales, muy superior al presupuestado en un inicio debido a los cambios de opinión de la clienta, y a lo avanzado que esta el proceso, es imposible de realizar. Hay que tener en cuenta que cuando ella indica que no quiere el vestido este está acabado a falta de coger el doble de forma definitiva y poner un bordado (ya que la clienta duda sobre el mismo). Es decir todo el trabajo está realizado correctamente por nuestra parte, siempre se ha cumplido con lo escido, ha sido ella la que ha incumplido cambiando de opinión sobre el vestido lo cual es ajeno a nuestro trabajo. Hay pruebas de lo indicado. Tampoco se ha vulnerado la confidencialidad. La única posibilidad para llegar a un entendimiento y a una finalización del contrato, es no reclamar el dinero restante del presupuesto total, que todavía no ha abonado, a pesar de que el trabajo está realizado, lo que supone un perjuicio económico para mi negocio. Perjuicio económico que se suma al perjuicio emocional por las faltas de respeto recibidas y el cuestionamiento de nuestra profesionalidad (reservándonos las acciones oportunas). No hay que olvidar que el artículo 1124 del Código Civil indica que el que ha cumplido el contrato puede optar por el cumplimiento o la resolución del contrato con el correspondiente resarcimiento de los daños causados. El lun, 21 jul 2025 a las 18:57, reclamar@ocu.org escribió: ‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌‌ -- C/ COSO BAJO 30 2ª PLANTA 22001 HUESCA info@adelaalfaro.es @adelaalfaro_studio www.adelaalfaro.es


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