Pague 900 euros por la matrícula de un curso que carece completamente de actividad pedagógica, puesto que todos el material que ofrece son cursos públicos de Creative Commons que tienen más de diez años de antiguedad. Cuando descubrí el tongo reclamé dos veces para que me devolvieran la matrícula cuando el curso no llevaba ni tres meses y se niegan a devolverme el dinero ya que alegan que el curso se está realizando. Mi reclamación, de más de diez páginas, fue resuelta en media hoja, contestando sólo a algunas de las quejas que puse y sin aportar información ni respuestas a toda la información que expuse. Hice una primera reclamación y luego hice un pliego, al que me han contestado de forma negativa.