Yo, Mario Belizón Melero con DNI 48967364L (el que redacta este documento) y, yo
Natalia Pérez Narváez con DNI 48966324Z, nos dirijimos a ustedes para presentar una reclamación formal con respecto a la denegación de embarque de nuestros hijos, Mario Belizón Barrionuevo de 17 años y Manuel Ramírez Pérez de 16 años de edad, respectivamente, que tenían reserva confirmada en el vuelo FR5466 con salida
desde Sevilla y destino Oporto el día 23 de julio de 2025 a las 11:40 horas. Dos días anterior al vuelo, me puse en contacto con Ryanair por el canal de chat de
atención al cliente que tienen disponible en vuestra app, siendo atendido por “PCC Kamil” para informarme sobre los requisitos documentales necesarios para que nuestros hijos pudieran viajar solos en el vuelo reservado que menciono arriba. Me indicaron expresamente que bastaba con una autorización firmada por sus tutores
legales, como progenitores, sin haber un modelo concreto de documento como así les pregunté. Con estas directrices, procedimos a redactar dicha autorización y se las
entregamos a los menores antes de su entrada en el aeropuerto de Sevilla. Sin embargo, en el momento del embarque, les fueron denegado el acceso al avión, alegando que se requería una autorización oficial expedida por la Policía Nacional, información que no fue comunicada previamente por el servicio de atención al cliente como se puede observar en la conversación por chat adjunta. Mi hijo Mario trató de hablar con el azafato que le atendió en la puerta de embarque y mostró la conversación de chat del ANEXO 1, además de las autorizaciones del ANEXO 2. También, mi hijo informó al azafato de que yo, personalmente, me encontraba a 1 hora en mi vehículo particular y de camino al aeropuerto de Oporto para recoger a los 2 menores. En ese momento, traté de explicarle al azafato, vía telefónica a través
del teléfono móvil de mi hijo de la situación y que yo personalmente recogería a los menores en Oporto. El azafato se negó a atenderme. Finalmente, el azafato cerró la puerta de embarque y los menores se quedaron solos en el aeropuerto sin embarcar. Posteriormente, los menores tuvieron que utilizar transporte público y transporte
privado para regresar a sus respectivos domicilios por sus propios medios y sin la tutela o custodia de un adulto en una ciudad desconocida para ellos. Por último, quisiera informaros del penoso trato, poco empático y nada amable del azafato que atendió a mi hijo. Jamás tuvo la intención de ayudar a resolver la situación, mientras la Policía Nacional del aeropuerto intentaba expedir con bastante
premura el documento exigido. De haber esperado 2 minutos podrían haber embarcado. El azafato era de complexión normal, su altura era de 180 centímetros, con barba y pelo negro. Por otro lado, mi mujer y yo viajamos en nuestro vehículo particular desde nuestro domicilio hasta Oporto y, una vez allí, recogíamos a los menores para continuar con el viaje planeado. Lo que supuso otros gastos derivados de peaje y repostaje eléctrico, tanto en el viaje de ida como el viaje de vuelta.
SOLICITO:
Considero que esta falta de información clara y precisa por parte de Ryanair ha sido la causa directa de la denegación de embarque y, por consiguiente, los gastos derivados del resto del viaje no disfrutado. Por tanto, solicito el reembolso íntegro del importe del billete y demás gastos derivados del viaje, por el importe total de 363,58 euros, a ingresar en mi cuenta bancaria.