El viernes 4 de julio de 2025 dejé mi vehículo en el centro Norauto Tarragona para realizar una revisión de viaje, entregándolo a las 17:00 h y recogiéndolo aproximadamente a las 18:45 h. El vehículo fue entregado en perfectas condiciones, estacionado en el parking del establecimiento y sin ningún daño visible en el parabrisas. En el momento de la entrega, el personal de Norauto no realizó ninguna observación ni dejó constancia de desperfectos.
Al recoger el vehículo, observé un picotazo con una grieta en el parabrisas, daño que no existía en el momento de la entrega. Informé inmediatamente al personal del taller, quienes reaccionaron con sorpresa, lo que demuestra que el daño no había sido detectado previamente. En ese momento, el encargado me indicó que durante la revisión un técnico externo de Carglass había intervenido en el parabrisas (sin que yo hubiera sido informada ni hubiera dado autorización expresa) y que seguramente había sido él quien al revisar mi vehículo había hecho el picotazo en el parabrisas delantero. En ese momento exigí una solución al momento pero me indicaron que el técnico de Carglass ya se había ido. Me invitaron a volver el Lunes 8 de Julio.
Cabe destacar que en la factura del servicio, donde se detallan los trabajos realizados, en el apartado de “controles validados” figura que todos los puntos revisados estaban correctos y que no existía ningún elemento que requiriera intervención o reparación, lo cual refuerza que el parabrisas no presentaba ningún daño previo y que el desperfecto se produjo durante la revisión realizada en el propio centro, sin que el personal fuera consciente en ese momento.
Norauto se desentendió inicialmente del problema, atribuyendo la responsabilidad a la empresa externa, pese a que yo contraté el servicio exclusivamente con Norauto, siendo esta empresa la responsable final del servicio prestado.
El lunes 8 de julio acudí nuevamente al centro Norauto Tarragona para que se revisara el daño. Durante esta visita, el trato recibido fue inadecuado y poco profesional. El técnico de Carglass que realizó la reparación mostró una actitud maleducada y despectiva, insistiendo en que debía facilitar los datos de mi seguro para realizar el arreglo. Tras negarme, al considerar que el daño se había producido durante un servicio contratado con Norauto, el técnico procedió a la reparación mediante resina.
Una vez finalizada la reparación, y con un tono inapropiado y burlón, el técnico me indicó literalmente que “por no haber querido poner tu seguro, ahora te quedará la marca en el cristal”, comentario que realizó después de haber efectuado el arreglo. La reparación, en efecto, no eliminó la marca, quedando la grieta completamente visible. Aunque la seguridad no se ha visto comprometida, el parabrisas no ha recuperado su estado original, existiendo un daño estético permanente y una pérdida de valor del vehículo.
Además, como consecuencia directa de esta incidencia y de la falta de solución inmediata, no pude realizar un viaje previsto para el día 5 de julio, sufriendo pérdidas económicas por reservas y un perjuicio personal y logístico.
Durante semanas he mantenido comunicación con el servicio de atención al cliente de Norauto, que niega su responsabilidad, rechaza cualquier devolución del importe abonado y no ofrece una solución adecuada. Es por este motivo que acudo a realizar una reclamación formal en este medio.
Motivo de la reclamación:
El vehículo fue devuelto en peor estado del que fue entregado.
El daño se produjo durante un servicio contratado con Norauto.
No se informó ni se solicitó autorización para la intervención de un tercero.
La reparación realizada no restituyó el estado original del parabrisas.
El trato recibido el día 8 de julio fue inapropiado y poco profesional.
El servicio de revisión de viaje no cumplió su finalidad y causó perjuicios económicos.
Solicito
La sustitución completa del parabrisas, de modo que el vehículo vuelva a encontrarse en el mismo estado original en el que fue entregado.
Subsidiariamente, el reembolso total o parcial de los 105 € abonados por un servicio defectuoso.