Una vez han vendido el servicio, tienen un trato pésimo. No solventan los errores que realizan y es casi imposible mantener una comunicación profesional y resolutiva con ellos.
En nuestro caso, después de pagar una gran suma de dinero para una reforma de baño que tendría que realizarse en 5/7 días laborables según la comercial. Se dan cuenta después de haber empezado la demolición que no había llegado el material debido a que la comercial no había hecho bien el presupuesto. Tarda más de 4 días laborables en pedir la cerámica restante y nos comunica que no llegara hasta 7 días laborables después.
Resultado: obra parada después de 15 días seguimos sin baño y los instaladores ya no tienen material para seguir trabajando. No tenemos ninguna comunicación con la comercial ni con el responsable de la instalación. No nos contestan las llamadas ni los whatsapps.
CONCLUSIÓN: NO HAGÁIS OBRAS CON LEROY MERLIN, SON UN DESASTRE!