El 26 del 11 de 2019, adquirimos un conejo Belier negro en el criadero: La Casa de Bunny. Nos dan a firmar un documento, sin datos, no nos dan cartilla que acredite la salud del animal por un veterinario, pero el trato es cordial y amable. El 30 del 11 de 2019, el conejo amanece prácticamente muerto, sin poder moverse. Ante le carácter urgente, acudimos al primer centro veterinario de guardia (era un sábado). Nos informan del estado de gravedad, no garantizan de que la infección lleva semanas instaurada, que no ha podido formarse tal cuadro en 3 días. La infección procedía del criadero.Esta infección, generó deshidratación, hipotermia, hipoglucosa, y una bajada generalizada de todos los niveles adecuados de la analítica. Nos hacen saber que, los conejos, no dan señales de malestar, al ser un animal de presa en su estado natural. El conejo no dio ningún síntoma hasta el sábado. Tras llevarlo a un primer veterinario, y dejarlo ingresado en un hospital veterinario de urgencia, con gravedad aguda, el conejo fallece esa misma tarde, en torno a las 19:00 del sábado 30 del 11 del 2019. Por lo tanto reclamo lo siguiente:El importe íntegro del conejo (60€), debido al desenlace, el conejo fue vendido en condiciones nefastas, con riesgo alto de muerte y sin certificar lo contrario por un veterinario. Los gastos veterinarios ocasionados con motivo de la compra de un conejo enfermo, y finalmente fallecido, ya que se consideraría un incumplimiento contractual, dado que yo compré un conejo sano y ustedes me vendieron uno enfermo.Así, ante un incumplimiento contractual y en virtud de lo dispuesto en el artículo 1124 del Código Civil, en el supuesto de que el bien (el conejo adquirido) en garantía no reúna las condiciones óptimas, según las expectativas previsibles y las características propias, para su utilización o disfrute, tengo derecho como consumidor a la intervención terapéutica o tratamiento gratuito (los gastos de mano de obra del profesional especializado , los materiales utilizados y el transporte deben correr a cargo del vendedor) para intentar restituirle a un estado adecuado y, si siguen produciendo problemas, se podría exigir la sustitución del bien adquirido por otro de idénticas características (en mi caso, el importe de los gastos del veterinario que ascienden a 183€ según las facturas). El plazo para el ejercicio de esta acción es de 15 años, si bien, transcurridos los seis primeros meses, el consumidor deberá probar la falta de conformidad del bien (en esta caso, infección hepática y renal) es de origen, es decir estaba presente cuando se adquirió (avisado a los 4 días, con carácter urgente). Además, la parte vendedora tiene que asumir los posibles gastos veterinarios en el plazo de 8 días desde la venta, por posibles complicaciones que puedan surgir. Dado que actualmente me encuentro en plazo para ejercitar la reclamación, les comunico que si en un plazo de tiempo de 7 días hábiles desde la recepción de esta notificación no me han reintegrado la suma de los gastos veterinarios (183€), y del importe del conejo (60€), procederé a iniciar las acciones legales oportunas.Además, cabe destacar el severo impacto emocional de comprometerse con un animal, y que este fallezca a los 4 días de llegar al domicilio. Tras comunicar lo anterior, de forma amistosa, a los dueños del criadero, estos finalmente se desentienden de la situación, no quieren hacerse cargo ni asumir su responsabilidad. Lo que nos obliga a iniciar otras vías de reclamación. Sin otro particular y esperando se solucione rápidamente esta situación, les mando un saludo.