Se me ofrecio un producto de prueba, con un periodo de prueba de mes y medio. Al proceder a la devolución del pedido, que yo nunca realicé ni confirme, puesto que me dijeron que el albarán era simplemente a efectos de comprobante de salida de la mercancía de su almacén y que, en caso de que nos gustase el producto, se procedería a su facturación, pasado ese mes y medio. No aceptaron esa devolución alegando que se había pasado el plazo de 14 días del que informan en su web, además de no haber rellenado el formulario que indican que hay que rellenar. Yo, por buena fe y confiar en lo que me habían dicho por teléfono, no presté atención a ese detalle. Además de devolverme el producto de nuevo, el transporte perdió uno de las dos garrafas que me habían ofrecido de prueba. Los productos en cuestión eran un desengrasante concentrado de 20 ls y un jabón de manos concentrado de 20 ls, a un precio de 22.50 €, cuando el precio de productos de igual composición en el mercado son de aproximadamente 0.86 € el litro. Como la gestión la hice como representante de la empresa, para solucionar el problema, me han ofrecido quedarme con la garrafa que se ha perdido y pagar yo la factura, para no perjudicar a la empresa en la que trabajo. Es decir, pagar 571.73 € que es el total de la factura, menos 94.56 € de los que se responsabiliza el transporte que me ha perdido la garrafa. Es decir, tengo que pagar 476.27 € por haber confiado en una señora que por teléfono decía querer trabajar en un futuro con la empresa en la que trabajo, ofreciéndose a mandar dos productos para que los probara.