Alquilé un coche en la empresa Firefly los días 14 a 16 de febrero de 2020. Al entregarme el coche me dijeron que tenía un golpe de un alquiler anterior. Cuando lo fui a recoger, el coche tenía 10 golpes más. Notifiqué los golpes y fui enumerándolos con el personal de la oficina de alquiler, quien se encargaba de ir actualizando manualmente el número de desperfectos. Entre esos 10 golpes estaba uno en las llantas pero la persona al parecer se olvidó de anotarlo a pesar de que lo confirmó verbalmente. A la hora de entregar el vehículo, la empresa pretendía cobrarme el importe de la fianza. Al pedir la hoja de reclamaciones, no tenían las hojas tal y como recoge la ley. Asimismo se negaron a darme el nombre de ningún empleado que en ese momento estaba allí y, por si fuera poco, trataron de coaccionarme diciendo que solo me darían mi copia del contrato si accedía a firmarlo.