ISGF realiza un acoso constante de llamadas para reclamar una supuesta deuda que no existe.
El problema ya está arreglado con su cliente, pero ellos insisten en las llamadas. Son completamente incapaces de hablar con su cliente y consultar el estado del expediente.
Me fuerzan a perder mi tiempo en reiteradas llamadas con su cliente para cerrar el caso una y otra vez. Su cliente me comunica cada una de esas veces que todo está correcto.
Sin embargo ISGF, sigue negandose a hacer su trabajo, se ve que les debe dar alergia trabajar. En lugar de eso, prefieren acosarme con sus llamadas amenazandome con la via judicial.