Robots de cocina: en qué aspectos debes fijarte
Si has decidido que lo tuyo es un robot de cocina, con función cocción o sin ella, debes valorar también sus características, que marcan diferencias.
El vaso, mejor que sea de gran capacidad
Uno de los principales aspectos a valorar es la capacidad del vaso. En los robots con cocción el volumen útil del vaso suele oscilar entre 2 y 3 litros. Independientemente del número de personas para las que se vaya a cocinar, es preferible elegir un robot con un vaso de gran capacidad donde se acoplarán mejor los alimentos de tamaño grande sin tener que trocearlos previamente. De todas formas, debes fijarte también en las dimensiones exteriores del aparato, sobre todo, si tu cocina no es muy amplia, porque a mayor capacidad del vaso mayor será el espacio que ocupará el robot.
Respecto al material, siempre es recomendable que sea de acero inoxidable, un material resistente, fácil de limpiar y que no transmite olores. Casi todos los modelos llevan este tipo de vaso, aunque en la Thermomix TM6 nuestros análisis detectaron algunos problemas de óxido que hemos denunciado.
Pregunta también si se puede desmontar y lavar en el lavavajillas.

A mayor potencia, más fuerza
En los modelos con cocción, hay que distinguir entre la potencia eléctrica (W) del motor para mover las cuchillas y la que emplea para calentar los alimentos.
Normalmente, la potencia eléctrica del motor va relacionada con su rapidez para, por ejemplo, picar frutos secos o hielo: a mayor potencia, más velocidad y menos probabilidad de que el aparato se recaliente, aunque también influyen el diseño y otros factores.
Por otro lado, una potencia de cocción más alta permitirá cocinar los alimentos en menos tiempo, aunque también provoca un consumo eléctrico más elevado. La potencia de un robot con resistencias puede andar próxima a los 2.000 W.
Con inducción, más rapidez, menos consumo
Los modelos con cocción pueden calentar los alimentos mediante una resistencia eléctrica o con inducción, como las placas de cocina más modernas. Ambos métodos alcanzan altas temperaturas y permiten cocinar hasta 120 ºC, pero la inducción cocina más rápido y consume menos energía.
Báscula integrada, cómodo pero no imprescindible
Algunos modelos tienen una báscula en el propio aparato que te sirve para pesar los alimentos antes de ponerlos en el vaso, pero los modelos más avanzados pesan los ingredientes según los vas introduciendo en el propio vaso, lo que resulta particularmente cómodo y te ahorra cacharros.
Los modelos más sencillos carecen de báscula o la ofrecen como un accesorio separado, lo que obliga a emplear otros recipientes para pesar los alimentos antes de añadirlos.
La seguridad ante todo
La seguridad es un factor importante en cualquier pequeño electrodoméstico y como es lógico también en los robots de cocina. Es importante que cuenten con patas de goma o ventosas para que no se deslicen cuando están funcionando, que el cierre sea hermético e impida la puesta en marcha si no están bien cerrados, que las partes eléctricas estén protegidas contra los líquidos… Todas estas características son difíciles de comprobar en el momento de la compra, pero en nuestros estudios analizamos la seguridad de los robots y todos aprueban. Si detectamos algún fallo, como ocurrió con un modelo de Cecotec y con la Thermomix TM31, avisamos al fabricante para que los solucione.
No obstante, no se pueden eliminar todos los riesgos, pues las cuchillas son afiladas y pueden cortar al manipularlas. Ten cuidado cuando las desmontes y al limpiarlas y sigue estos consejos de seguridad.
Programas y facilidad de uso
Es importante que el manejo te resulte intuitivo y, en esto, influyen tus preferencias personales. ¿Te aclaras mejor con un robot que lleve botones físicos o prefieres un modelo digital que se programa mediante una pantalla táctil? Los robots con conexión wifi, como Thermomix o MyCook, te permiten incluso seguir las recetas en línea sin necesidad de tener a mano el tradicional libro de recetas: esto ayuda a las personas más inexpertas, pero puede ser superfluo si tienes amplia experiencia y prefieres preparar tus propias recetas.
Algunos de esos canales de recetas son de suscripción y hay que pagar el acceso.
Limpieza, más fácil en lavavajillas
Si tienes lavavajillas, te será útil un robot cuyos accesorios se puedan desmontar fácilmente y que resistan la limpieza en el lavavajillas.
Una manera sencilla de limpiar el vaso es llenarlo con un poco de agua y unas gotas de detergente y ponerlo en marcha unos minutos para que se desprendan los restos. Si añades unas gotas de limón, además eliminarás los olores.
Accesorios, solo si los vas a utilizar
Estos robots pueden incluir un buen número de accesorios, como vaporera, espátula, cestillo, aspas para remover, etc. Échales un vistazo y valora los que crees que vas a utilizar a menudo. Normalmente, cuantos más accesorios, más se eleva el precio, pero tampoco tiene sentido optar por un robot muy económico si luego tienes que adquirir todos los accesorios aparte.

Una comunidad para compartir
Los usuarios de algunos modelos han creado comunidades en redes sociales en las que comparten trucos y recetas. Siempre es interesante echar un vistazo para descubrir nuevas preparaciones o soluciones que otros usuarios hayan encontrado antes que tú.
Ruido: fíjate en los decibelios
Los robots de cocina pueden hacer mucho ruido, por ejemplo, al rallar alimentos duros como queso o pan. Si tienes un bebé en casa, eres sensible al ruido o tienes un vecindario quisquilloso, es recomendable que optes por los modelos menos ruidosos. Desafortunadamente, los robots de cocina no cuentan con un etiquetado energético donde figure esta característica, pero en nuestras pruebas, medimos los decibelios a medio metro de distancia, a bajas y altas temperaturas y con la función turbo. Puedes consultar los resultados en el comparador.