5 enfermedades comunes en los perros
Son parte de nuestra familia, y por eso cuidar de la salud de las mascotas es una prioridad. Ellos no pueden contarnos sus síntomas ni como se sienten, por eso es importante que tú sepas identificar lo que le pasa. Revisamos síntomas, tratamientos y prevención de algunas de las enfermedades más comunes de los perros.

Son uno más de la familia: viven con nosotros, comparten alegrías y penas... y claro, los nosotros les mimamos y cuidamos.
- Nos aseguramos de que reciban las vacunas necesarias.
- Procuramos darle una alimentación sana.
- Tratamos de que hagan ejercicio suficiente y adecuado.
- Mantenemos su espacio limpio y ventilado.
- Regularmente procedemos a la desparasitaración.
- Vigilamos su estado y si notamos alguna señal de que está enfermo, le llevamos al veterinario.
Pero... ¿sabes cuáles son las enfermedades que con más frecuencia sufren los perros? ¿Cómo abordarlas? ¿Cómo prevenirlas? Pasamos revista a 5 enfermedades comunes de los perros.
Tos de las perreras o kennel
Es la versión canina de un resfriado fuerte. Su nombre médico es traqueobronquitis infecciosa y consiste en una inflamación de las vías respiratorias superiores causada por bacterias (como la Bordetella bronchiseptica) o virus (parainfluenza).Es una enfermedad muy contagiosa que se propaga fácilmente.
Síntomas
- Tos espasmódica, seca , la clásica "tos perruna".
- Náuseas y arcadas tras la tos.
- Pérdida de apetito.
Cuándo hay que ir al veterinario:
La tos debería suavizarse al cabo de 5 días aunque la enfermedad se puede prolongar entre 10 y 20 días. Ve al veterinario si no mejora en ese tiempo, o si el perro expulsa mocos purulentos, no quiere comer, tiene fiebre, la respiración rápida o está aletargado.
Tratamiento:
Por lo general se cura sola, salvo que se trate de un caso grave que precise antibióticos y fármacos inhibidores de la tos: si es así deben ser prescritos por el veterinario.
Cómo prevenir:
Algunas vacunas pueden proteger de ciertos microorganismos, o contribuyen a tener una versión suavizada de la enfermedad. Si el perro no tiene todas las vacunas evitar aglomeraciones caninas, Y claro, si tiene síntomas, mejor que no se junte con muchos congéneres.
Otitis externa
La otitis externa es una inflamación de la parte externa de los oídos (de la oreja o canal auditivo), provocada por causas diversas: desde un parásito, a la pressencia de una espina, hierba o tierra), la humedad, una infección bacteriana o fúngica o incluso una reacción alérgica.
Síntomas
- Evita que le toquen la cabeza y la sacude, da señales de dolor o se frota la oreja.
- Oreja caliente por el reverso: puede estar inflamada, enrojecida y maloliente o supurar cerumen.
- Irritabilidad o cansancio.
- En caso de otitis media, cabeza baja, movimientos descoordinados, falta de apetito y hasta vómitos
Cuándo hay que ir al veterinario:
La otitis es muy dolorosa, así que es aconsejable acudir cuanto antes al veterinario para que el perro encuentre alivio. Además, hay riesgo de que la otitis pase al oído medio y se agrave
Tratamiento:
El veterinario hará el examen y las pruebas que necesite (desde inspección con un otoscopio, a extracción y análisis de muestras biológicas).
El tratamiento dependerá de la causa: puede ir desde una limpieza profesional, hasta la cirugía, pasando por la aplicación tópica de cremas antifúngicas y antibacterianas.
Cómo prevenir:
Hay razas con mayor propensión a sufirir otitis: cocker spaniel, pastor alemán, caniche...
Inspecciona regularmente las orejas del perro para detectar anomalías y límpialas al menos una vez a la semana con cuidado. Procura mantener corto el pelo de la zona para evitar que atrape suciedad o que bloquee la evacuación de humedad.
Vómitos
Los vómitos son un síntoma. Pueden ser la señal de haber comido más de la cuenta, demasiado rápido o de haber tragado algo que no debía (algo venenoso, un objeto...) o bien indicar que se padece una enfermedad (del hígado, riñones, páncreas, una infección parasitaria, un tumor, etc.).
Síntomas
- Vomitar tras tener náuseas y arcadas, o babear en abundancia.
- Puede vomitar fluidos (jugos gástricos, bilis o sangre). También puede ser un vómito de "papilla", es decir, alimentos digeridos. A menudo ocurre después de tener náuseas y arcadas o de babear en abundancia.
Cuándo hay que ir al veterinario:
No hay que alarmarse si se trata de vómitos ocasionales sin ninguna otra señal de malestar. Pero conviene consultar si:
- los vómitos duran un par de días,
- se repiten a menudo en un corto periodo de tiempo,
- no están asociados a comidas recientes;
- los vómitos huelen a heces o van mezclados con sangre,
- vómitos van acompañadors de diarrea, hinchazón del vientre, apatía, respiración trabajosa, pérdida de peso...
Tratamiento:
El veterinario tendrá que diagnosticar la causa de los vómitos y decidir qué hacer.
¿Cómo prevenir?
Vigilar lo que come, cuidando de que no coma nada "extraño" en sus salidas (setas o vegetales potencialmente tóxicos) son las únicas medidas posibles.
Leishmaniosis
La leishmaniosis es una enfermedad muy frecuente en España. Está provocada por un parásito (el Leishmania infantum) y se transmite por la picadura de las hembras del mosquito Phlebotomus.
Síntomas
A veces tardan en manifestarse. Hay perros en los que los síntomas tardan de 3 meses a 7 años en aparecer, y en algunos casos solo lo hacen si el animal está bajo de defensas. Son:
- Pérdida de pelo por zonas y alteraciones en la piel y mucosas (descamación, dermatitis, úlceras...).
- Inflamación de los ganglios.
- Fiebre, apatía.
- Adelgazamiento.
- Atrofia muscular.
- Daños en ojos, riñones, bazo, hígado, extremidades..
- Sangrado nasal
- Vómitos y diarrea...
Cuándo hay que ir al veterinario:
Hay que acudir ante cualquier sospecha de leishmaniosis, sobre todo si ves lesiones cutáneas en un perro que de repente se muestra apático, con malestar, pierde peso... .
Tratamiento:
Si se trata la enfermedad con los fármacos indicados no es una enfermedad mortal, pero ese tratamiento es de por vida: no consigue curar al perro, pero sí frenar los síntomas, reduce la carga de parásitos e impide el contagio a otros animales e incluso al ser humano.
¿Cómo prevenir?
Lo mejor es recurrir a repelentes de mosquitos que sean eficaces para la prevención de la leishmaniosis (en collares antiparasitarios, pipetas insecticidas, espráis o gotas). Pregunta al veterinario.
Parvovirus
El parvovirus canino es un virus muy resistente y capaz de sobrevivir fuera de un huésped largo tiempo. Es muy contagioso y puede afectar a todos los perros, especialmente si son jóvenes. Puede infectar al perro por contacto directo con un perro enfermo, o por contacto indirecto a través de heces u objetos como jaulas, cuencos o correas contaminadas.
Síntomas
- El perro se muestra inapetente o aletargado.
- Sufre vómitos y diarrea hemorrágica, dolor abdominal, deshidratación.
- Fiebre.
- Septicemia en casos extremos.
Cuándo hay que ir al veterinario:
Si tienes sospechas ve al veterinario para que lo confirme con un análisis de heces.
Tratamiento:
No hay medicamentos contra el virus, solo pueden tratarse los síntomas: deshidratación, desnutrición, naúseas, infecciones oportunistas, etc.
¿Cómo prevenir?
Hay una vacuna contra el parvovirus que se empieza a administrar a las 6 u 8 semanas de edad, se completa en los meses siguientes y exige mantenimiento de por vida con dosis de recuerdo.
Los perros infectados (y los objetos en contacto) deben aislarse: es un virus muy recalcitrante y puede sobrevivir al calor, al frío y a la mayor parte de los productos de limpieza (la eliminación de todo resto orgánico y la limpieza con lejía diluida en agua fría puede ser efectiva). Los humanos no enferman debido al parvovirus, pero pueden transmitirlo.
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