Mi mascota ha muerto. ¿Qué hago?

La muerte de una mascota no solo es motivo de mucha tristeza para la familia a la que hizo compañía a lo mejor durante muchos años.
También es un acontecimiento que va acompañado de sus propios trámites y suele ir precedido por una enfermedad o un accidente que a menudo no sabemos cómo enfrentar, pues es algo que sucede pocas veces en la vida (si eres socio con acceso a la Línea OCU Salud, recuerda que puedes llamar y recibir el consejo y la orientación de un equipo de profesionales veterinarios).
Aquí te vamos a explicar cuál es el papel de diferentes personas o entidades que te pueden ayudar: veterinarios, servicios municipales, seguros... Gracias a ellos te será más fácil tomar las decisiones más adecuadas.
¿Puedo sacrificar a mi mascota?
Lo normal es que un gato, un perro o una mascota de otro tipo no se muera de repente sino que lo haga debido a una enfermedad, a su edad avanzada o a haber sufrido un accidente.
Si te das cuenta de que tu mascota está sufriendo y para evitar que el sufrimiento se agrave, lo indicado es contactar con el veterinario.
Algunos dueños preferirían sacrificar a su mascota antes que verla sufrir. Pero la Ley de Bienestar Animal, aprobada en 2023, hace puntualizaciones al respecto y deja en manos del veterinario las decisiones sobre el final de la vida: si hay posibilidad de tratar al animal, si le administran o no determinados tratamientos, si la única salida razonable es el sacrificio...
La vejez o una enfermedad no son por sí solas una razón para poder aplicar la eutanasia. Hay que justificar que el animal tiene sufrimientos por causas de las que no podrá recuperarse. Y el veterinario es quién puede, bajo su criterio, determinar que está justificada la eutanasia.
Además, la ley prohíbe el sacrificio del animal por razones como:
- la escasez de medios económicos,
- los problemas para cuidar del animal,
- la falta de espacio,
- los problemas de comportamiento que puedan ser reconducidos a juicio de un especialista.
Si la mejor opción es la eutanasia, su precio dependerá del establecimiento veterinario al que acudas, pero suele oscilar entre los 100 y los 200 euros. En algunos casos el coste depende del peso del animal y hay establecimientos que se ofrecen a administrar la eutanasia en el propio hogar familiar.
¿Qué hago si mi mascota muere en casa?
Si tu mascota muere en casa, no puedes quedarte con su cuerpo sin más, por ejemplo para enterrarlo en tu jardín privado o en un paraje por el que la sacaras a pasear. Pero tienes varias opciones alternativas:
1. Llamar al servicio municipal de recogida de animales muertos
Algunos ayuntamientos ofrecen un servicio de recogida de animales muertos, que a veces es gratuito y a veces tiene coste. Llama al teléfono municipal de información y pregunta si existe y cómo funciona.
Estos servicios se encargan no solo de la recogida , sino también de dar un tratamiento adecuado al cadáver, como puede ser la incineración, y casi siempre serán la alternativa más económica, cuando no la única gratuita.
2. Ir al veterinario
Los cadáveres de animales de compañía se pueden llevar al veterinario, que por lo general ofrecerá varias opciones:
- Si no quieres que te den las cenizas, te ofrecerá incinerar el cuerpo junto al de otros animales, lo que suele ser más barato. El coste suele ir ligado al peso del animal; cuanto más pesado, más costoso. Los precios suelen empezar en 60 o 70 euros para las mascotas más pequeñas y pueden duplicarse para las más grandes.
- Si quieres que te entreguen las cenizas, tendrás que optar por una incineración individual, más cara. La operación puede costar de 170 euros en adelante para los animales más pequeños, pudiendo superar ampliamente los 300 euros para los grandes.
3. Recurrir a una funeraria o un cementerio de mascotas
Existen también empresas funerarias especializadas en animales, con las que trabajan los veterinarios para las incineraciones, pero a las que puedes acudir directamente.
Igualmente existen cementerios de animales donde se pueden depositar cenizas o incluso inhumar el cuerpo es decir, enterrarlo con los requisitos que la normativa imponga a efectos de proteger la salud pública.
Y esos cementerios no son solo privados. Empieza a haberlos públicos, como es el caso de El Parque, el primer cementerio público para mascotas, situado en Málaga.
El coste dependerá mucho del tipo de enterramiento elegido y de la duración del alquiler. Además, es posible que se cobren gastos de mantenimiento anual, que te interesa conocer bien antes de decidirte.
Por ejemplo, en el cementerio de mascotas malagueño la opción de la urna bio o el entierro cuestan desde 250 euros para una concesión de 10 años de duración, hasta 975 euros para una de 30 años, y siempre con un coste mensual de mantenimiento de 25 euros que se paga por adelantado.
Piensa que la inhumación por parte del dueño suele estar prohibida por la normativa autonómica y municipal.
¿Qué papeleo debo hacer al morir mi mascota?
Cuando fallece una mascota hay que hacer varias cosas:
- Pedir el certificado que acredite que el animal fue incinerado o enterrado.
- Encontrar el número de identidad que tuviera el animal y que te sería entregado al ponerle el chip.
- Llevar esa documentación al registro en el que estuviera inscrito el animal y darlo de baja.
Si el fallecimiento ocurre en una clínica veterinaria, el propio veterinario se encargará de hacerlo. Las funerarias y cementerios de mascotas también suelen facilitar estas gestiones. no olvides preguntar por todos estos detalles y por su coste para no llevarte una sorpresa.
¿Es útil tener seguros para mascotas?
Las mascotas y los riesgos relacionados con ellas pueden estar cubiertos por distintos seguros:
- Muchos seguros del hogar incluyen alguna cobertura relacionada con la muerte de los animales de compañía. Por ejemplo, servicios de eutanasia con tarifas bastante más reducidas que las que ofrece el mercado.
- También hay seguros de responsabilidad civil que cubren los daños a personas o bienes que las mascotas puedan causar. De hecho, estos seguros son obligatorios para los perros peligrosos y la Ley de Bienestar Animal tiene previsto hacerlos extensivos a perros de todo tipo.
- También hay seguros de salud especiales para mascotas, como el que los socios de OCU pueden disfrutar en condiciones ventajosas, que ofrece el reembolso hasta un determinado importe, de todos los gastos que haya ocasionado el sacrificio del animal y la eliminación de los restos.