Aceite de oliva: ¿cómo lo tomamos?
¿Qué tipo de aceite se usa más en las casas?, ¿cuál es más saludable?, ¿qué aceite emplear en crudo y cuál para cocinar? Los hábitos de uso y compra de los consumidores nos ayudan a sacar el máximo partido a este rico y saludable alimento.

No hay cocina en España en la que falte el aceite de oliva. En nuestra gastronomía este ingrediente es fundamental para todo tipo de platos, tanto en crudo para aliñar como para guisar y freír.
En noviembre de 2024, lanzamos una encuesta sobre Hábitos de uso y compra del aceite de oliva a nuestra red de socios y amigos a través de la plataforma Conecta. Las respuestas nos ayudan a hacernos una idea de si el aceite de oliva forma parte de su dieta, dónde lo compran y cómo lo utilizan en la cocina.
Dos cucharadas soperas al día
Consumir a diario aceite de oliva es una costumbre generalizada y la razón principal que les motiva es sus beneficios para la salud. De hecho, está comprobado que los efectos beneficiosos del aceite de oliva en nuestra salud están muy por encima de los que aportan los aceites de semillas (girasol, colza, sésamo…).
En la actualidad, la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) ha reconocido como suficientemente probadas tres declaraciones de propiedades saludables que podemos leer en una etiqueta de aceite de oliva:
- "Los polifenoles del aceite de oliva contribuyen a la protección de los lípidos de la sangre frente al daño oxidativo". Para obtener este provecho, hace falta tomar 20 g de aceite al día (dos cucharadas soperas), que contienen 5 mg de hidroxitirosol, un polifenol con propiedades antioxidantes. Solo los aceites de oliva virgen y virgen extra contienen hidroxitirosol en cantidades significativas. En el aceite de oliva normal, que es aceite refinado al que se añade una pequeña cantidad de virgen, no se asegura un contenido mínimo de hidroxitirosol. Por tanto, las propiedades antioxidantes por la presencia de polifenoles solo se asocian al aceite virgen y virgen extra.
- "Sustituir grasa saturada por insaturada contribuye al mantenimiento del nivel normal de colesterol en sangre". El aceite de oliva es un alimento rico en ácido oleico insaturado, eleva los niveles de colesterol HDL (bueno) y disminuye el LDL (malo). Dado que todos los tipos de aceite de oliva son ricos en grasas insaturadas, todos pueden llevar esta alegación en la etiqueta.
- "La vitamina E protege a las células contra el estrés oxidativo". La vitamina E es un antioxidante liposoluble, así pues, esta declaración también puede figurar en cualquier aceite de oliva. No obstante, el virgen y virgen extra contienen más vitamina E (20 mg/100 ml) que el aceite de oliva normal (12 mg/100 ml).
En definitiva, el aceite de oliva nos ayuda a proteger la salud cardiovascular. Dos cucharadas soperas al día de aceite virgen o virgen extra aportan una buena cantidad de oxidantes. Pero tampoco es conveniente tomar más cantidad, pues no olvidemos que el aceite es un alimento muy calórico.
El AOVE es el rey de los aceites
El tipo de aceite de oliva más consumido es el aceite de oliva virgen extra (AOVE), seguido muy de lejos del aceite de oliva virgen. Los aceites ecológicos y los que están amparados bajo una denominación de origen protegida (en España hay 33 DOP para aceites de oliva virgen) no son muy consumidos entre las personas encuestadas.
El aceite de oliva es el rey, pero no tiene la exclusividad: comparte la despensa con otros aceites, principalmente el de girasol.
El AOVE se utiliza sobre todo en crudo y para cocinar, mientras que el aceite de girasol se emplea más para cocinar.
No existe una regla fija que establezca qué aceite es mejor para cada uso, pero sí existen unas recomendaciones:
- En crudo: el tipo de grasa influye en el sabor del plato final. Además del AOVE, con su característicos sabor y aroma tan apreciados, el aceite de nuez tiene también un sabor muy marcado. Los aceites de semilla, ricos en grasas poliinsaturadas, son muy interesantes para consumir en crudo.
- En caliente: es recomendable recurrir a aceites ricos en grasa monoinsaturadas, como el de oliva (refinado), colza o girasol alto oleico.
En garrafa, solo si se consume rápido
El vaivén del precio del aceite de oliva en el año 2024 debido, entre otras cosas, a las malas cosechas y al cambio en el IVA, hace que el precio sea un aspecto muy importante a la hora de comprar el aceite de oliva y de elegir el tipo de aceite.
Observamos que el aceite se compra más en garrafas que en botellas de 1 o 0,75 litros, probablemente porque salen más a cuenta. Comprar en envase grande es una buena idea, pero solo para los hogares donde lo van a consumir en poco tiempo. Recuerda que los aspectos saludables del aceite de oliva (la vitamina E y los polifenoles) se encuentran en el aceite más reciente y mejor conservado, alejado del calor, de la luz y del oxígeno. Si se tarda mucho en gastar una garrafa grande, el aire que entra en el envase oxida el aceite y pierde su gracia.
Hablando de hábitos de compra, las cooperativas son el segundo punto de compra de aceite de oliva elegido entre nuestros encuestados, después de los supermercados. Se trata de un sistema de compra sin intermediarios, directamente al productor o almazara. Está asociado a la cercanía y a un sistema más sostenible desde el punto de vista medioambiental.
¿Cuál es el mejor AOVE de supermercado?
En los súper podemos comprar aceites de oliva virgen extra de muy buena calidad, como así lo demuestran nuestros análisis comparativos. Algunos, además, ofrecen una muy buena relación calidad/precio: ¿quieres ver los resultados de los 23 AOVE analizados?