Contra la tos, menos medicamentos

Consejos para aliviar la tos
Algunos sencillos gestos son en ocasiones más eficaces que tomar medicamentos.
En el caso de la tos, está comprobado que seguir una serie de recomendaciones, que enumeramos, pueden ayudar a mejorar y a aliviar las molestias:
- Chupar caramelos. Los caramelos suelen ayudar a combatir la tos seca y suavizan la garganta, aunque no se recomienda para menos tres de tres años.
- Humidificar. Un ambiente adecuado puede resultar fundamental. Para ello, se pueden utilizar humidificadores. De esta manera se evita que se resequen las vías respiratorias. Los de vapor frío son los más seguros.
- Tomar líquido. Además de mantener un buen nivel de hidratación, tomar muchos líquidos puede contribuir a que el moco sea más fluido y se expulse mejor.
- Lavarse las manos: Una buena higiene de manos contribuye a prevenir las infecciones en las vías respiratorias.
- Respetar las dosis: Tomar más cantidad de medicamentos de lo recomendado no sirve para curarse antes, pero sí puede desencadenar los indeseados efectos secundarios que tienen casi todos esos fármacos.
Así son los medicamentos contra la tos
Los medicamentos contra la tos se presentan de muy diferentes maneras, y en ocasiones lo hacen como si fueran panaceas. Pero lo cierto es que no es recomendable utilizarlos, salvo cuando la tos sea persistente.
Los medicamentos más habituales para la tos son:

- Antitusígenos. Evitan o cortan la tos. Los más conocidos suelen llevar dextrometorfano y cloperastina y se pueden vender sin receta médica. Los que incluyen codeína sí necesitan receta y son algo más eficaces, aunque con frecuencia ocasionan reacciones adversas y además están prohíbidos en menores de 12 años.

- Combinados. Los medicamentos combinados para la tos seca suelen incluir dextrometorfano y otras sustancias, como antihistamínicos, descongestionantes o paracetamol. Pero su eficacia es dudosa, especialmente cuando combinan principios activos de acciones opuestas. Además, cuantos más fármacos incluyan, más riesgos de provocar reacciones adversas.

- Expectorantes y mucolíticos. Los expectorantes estimulan la producción de moco bronquial y los mucolíticos disminuyen su viscosidad y facilitan su expulsión. Los más conocidos llevan ambroxol, bromhexina, acetilcisteína y carbocisteína. Su eficacia es dudosa y pueden provocar efectos secundarios.

- Homeopatía. Utiliza extractos naturales en diluciones extremadamente bajas. No existe evidencia científica de que tengan algún efecto, más allá del placebo.
Algunos sencillos gestos son en ocasiones más eficaces que tomar medicamentos.
En el caso de la tos, está comprobado que seguir una serie de recomendaciones, que enumeramos, pueden ayudar a mejorar y a aliviar las molestias:
- Chupar caramelos. Los caramelos suelen ayudar a combatir la tos seca y suavizan la garganta, aunque no se recomienda para menos tres de tres años.
- Humidificar. Un ambiente adecuado puede resultar fundamental. Para ello, se pueden utilizar humidificadores. De esta manera se evita que se resequen las vías respiratorias. Los de vapor frío son los más seguros.
- Tomar líquido. Además de mantener un buen nivel de hidratación, tomar muchos líquidos puede contribuir a que el moco sea más fluido y se expulse mejor.
- Lavarse las manos: Una buena higiene de manos contribuye a prevenir las infecciones en las vías respiratorias.
- Respetar las dosis: Tomar más cantidad de medicamentos de lo recomendado no sirve para curarse antes, pero sí puede desencadenar los indeseados efectos secundarios que tienen casi todos esos fármacos.
Así son los medicamentos contra la tos
Los medicamentos contra la tos se presentan de muy diferentes maneras, y en ocasiones lo hacen como si fueran panaceas. Pero lo cierto es que no es recomendable utilizarlos, salvo cuando la tos sea persistente.
Los medicamentos más habituales para la tos son:

- Antitusígenos. Evitan o cortan la tos. Los más conocidos suelen llevar dextrometorfano y cloperastina y se pueden vender sin receta médica. Los que incluyen codeína sí necesitan receta y son algo más eficaces, aunque con frecuencia ocasionan reacciones adversas y además están prohíbidos en menores de 12 años.

- Combinados. Los medicamentos combinados para la tos seca suelen incluir dextrometorfano y otras sustancias, como antihistamínicos, descongestionantes o paracetamol. Pero su eficacia es dudosa, especialmente cuando combinan principios activos de acciones opuestas. Además, cuantos más fármacos incluyan, más riesgos de provocar reacciones adversas.

- Expectorantes y mucolíticos. Los expectorantes estimulan la producción de moco bronquial y los mucolíticos disminuyen su viscosidad y facilitan su expulsión. Los más conocidos llevan ambroxol, bromhexina, acetilcisteína y carbocisteína. Su eficacia es dudosa y pueden provocar efectos secundarios.

- Homeopatía. Utiliza extractos naturales en diluciones extremadamente bajas. No existe evidencia científica de que tengan algún efecto, más allá del placebo.
¿Qué hay de verdad o de mito en estos remedios tan populares para calmar la tos y catarros invernales?
- La miel, otro remedio tradicional. Por su composición, rica en carbohidratos, aminoácidos y vitaminas, se dice que ayuda a prevenir la proliferación de bacterias, virus y levaduras e incluso a reducir la inflamación. Y de acuerdo a la última evidencia publicada se sabe que la miel, en niños de 12 meses a 18 años de edad, probablemente tiene un efecto beneficioso en el tratamiento de los síntomas de la tos: reduce la frecuencia, reduce la duración, reduce la gravedad y mejora la calidad del sueño tanto de los padres como de los niños. Cuando se compara la miel con otros remedios antitusivos como el dextrometorfano, la difenhidramina y el salbutamol se comprueba que para ciertos síntomas de la tos la miel es igual o incluso más eficaz. El único inconveniente que la miel tiene es que no se recomienda en niños menores de 12 meses por el riesgo de botulismo, por lo demás la evidencia apunta a que en niños la miel es un remedio eficaz para el alivio de la tos.
- Remedios vegetales como el tomillo, regaliz o jengibre. Aunque las plantas medicinales se han usado durante siglos, no existen evidencias científicas que prueben su eficacia para curar infecciones respiratorias y aliviar la tos. Existe una larga lista de hierbas que por tradición se asocian a mejorar estas enfermedades pero realmente no se puede decir que tengan base científica. Lo bueno es que si las tomas en infusión te aportan líquido y son agradables de tomar, y por supuesto inocuas en un uso normal.
- La cebolla, un remedio que se ha puesto de moda entre padres y madres, quienes se lo aconsejan fervientemente unos a otros. Consiste simplemente en poner unos trozos de cebolla en la mesita de noche. Supuestamente, los vapores de la cebolla ayudarían a mejorar o eliminar la tos al ser inhalados. La realidad es que no hay nada demostrado de manera científica sobre este remedio, y las pruebas sobre su eficacia se basan únicamente en experiencias y preferencias personales. Aun así es un método inocuo, salvo por el olor a cebolla que queda en la habitación.
- Evitar la leche y los lácteos porque empeoran las flemas y la mucosidad. Aunque está muy está muy extendida por internet, esta creencia carece de soporte científico.
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