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El TTIP y los cosméticos

29 mayo 2015
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Estados Unidos y la Unión Europea están negociando un tratado de libre comercio (el TTIP) que podría cambiar muchas cosas. Entre ellas, la lista de sustancias prohibidas en cosméticos como los perfumes, la pasta de dientes, el champú... Esto te afecta más de lo que crees. 

¿Cuántos cosméticos usas a diario? Da igual lo que respondas, porque probablemente te quedas corto. 

Es un error asociar esta palabra exclusivamente al maquillaje. Cosméticos también son la pasta de dientes, el desodorante, el champú, las colonias y perfumes, la crema solar... 

Algunos estudios indican que un consumidor usa hasta 15 cosméticos diferentes al día.

Estos productos están controlados por normas que protegen nuestra salud, estableciendo qué sustancias pueden usarse y cuáles no. 

El tratado de libre comercio (TTIP) que se está negociando entre Estados Unidos y Europa podría alterar drásticamente estas normas. 

El peligro de las sustancias prohibidas

Como todo tratado de libre comercio, uno de los objetivos del TTIP es la armonización normativa

En el caso de los cosméticos, parece más que complicado: en la Unión Europea hay 1.328 sustancias prohibidas, mientras que en Estados Unidos la lista solo incluye a 11. ¿Cómo crear un mercado único? 

Para el consumidor europeo, está claro que la mejor opción sería que las prohibiciones europeas se mantuviesen, trasladándose incluso a Estados Unidos. Pero ¿estamos seguros de que no ocurrirá lo contrario?

Reina la confusión y no faltan posiciones opuestas al TTIP, un tratado que empezó a negociarse en el más absoluto secreto. 

Los bandazos de la Comisión Europea

Hasta mayo de 2014 no hubo ninguna pista de por dónde podían ir los tiros. La Comisión Europea daba entonces a entender que las sustancias actualmente prohibidas podrían comercializarse en Europa. 

Lógicamente, esta revelación generó inquietud y las protestas de las asociaciones de consumidores, entre ellas OCU y la Organización Europea de Consumidores (BEUC), de la que OCU forma parte. 

Posteriormente, la Comisión eliminó esta referencia en sus documentos. Fue reemplazada por la “convergencia en el requerimiento de datos y métodos científicos para la evaluación de la seguridad”. 

Este ambiguo mensaje volvió a hacer saltar las alarmas cuando OCU entrevistó a Francisco Fonseca, por entonces director de la Comisión Europea en España, quien preguntado al respecto dijo lo siguiente:

"Pongamos un ejemplo. En Europa decidimos que el ingrediente X es mejor no usarlo en productos de maquillaje. Porque no hay evidencia científica de que sea negativo, pero tenemos algunas dudas. Entonces los americanos nos dicen que ellos lo usan porque no tienen ningún ejemplo de problemas médicos relacionados con el ingrediente X. Bueno, pues a lo mejor hay soluciones. Por ejemplo: advertir en el etiquetado de que este producto americano entra sin barreras, pero ¡ojo! porque hay divergencias científicas. No da alergias, pero tenemos dudas. Escoja usted, porque también tiene este otro producto que cuesta 1 euro más y no lleva ese ingrediente X".

En el evento monográfico sobre el TTIP organizado por OCU el pasado febrero, el tema de los cosméticos concentró gran parte del debate. Monique Goyens, directora general del BEUC, estuvo allí y preguntó repetidamente al negociador jefe de la Comisión Europea, sin obtener una respuesta clara.

No queremos perder derechos  

Además de la lista de sustancias prohibidas, hay otros 3 aspectos inquietantes en el impacto que podría tener el TTIP sobre los cosméticos:

  • Etiquetado: otro de los escollos de la negociación. Si un cosmético lleva alguna de las 26 fragancias potencialmente alergénicas, en Europa es obligatorio mencionarlo. En Estados Unidos no. Los consumidores europeos no estamos dispuestos a perder esta valiosa información. 
  • Nanomateriales: en Europa, los nanomateriales deben mencionarse en la lista de ingredientes y la empresa debe notificarlo a la Comisión Europea 6 meses antes de que lleguen al mercado. En Estados Unidos, el consumidor no sabe qué nanomateriales llevan sus cosméticos.
  • Disruptores endocrinos: estas sustancias, sospechosas de alterar el sistema hormonal, son tratadas en Europa según el principio de precaución. Hasta que no se sepa con certeza que no hay peligro, no se pone en el mercado. En Estados Unidos, hasta que no se sepa con certeza que es malo, no se retira del mercado.   

Dos filosofías se están enfrentando en la negociación del TTIP. ¿Ganarán o perderán derechos los consumidores a ambos lados del Atlántico?