Relojes que miden la glucosa sin pinchazos: bonito, pero falso

Llevas un smartwatch en la muñeca y a la vez que miras la hora, el whatsapp o el email, puedes ver cómo andan tus niveles de azúcar, colesterol y ácido úrico. Suena muy bien, pero debes saber que estas mediciones son solo aproximaciones: no sirven para las personas diabéticas que están en tratamiento con insulina. ¡Y hasta podría ser peligroso que se fiaran de ellas!
En los últimos años, han aparecido en plataformas como Amazon y Aliexpress relojes inteligentes que miden parámetros como la glucosa, el colesterol o el ácido úrico. Estas funciones generan mucho interés entre las personas que tienen hipercolesterolemia o gota, y sobre todo entre quienes tienen diabetes, pues se librarían de tener que pincharse en el dedo para controlar el nivel de azúcar en la sangre.
¿Cómo se controla la glucosa una persona diabética?
Las personas con diabetes que están en tratamiento con insulina tienen que controlar su nivel de azúcar en sangre de forma muy precisa para saber en qué momento necesitan inyectarse insulina.
La forma tradicional es pinchándose el dedo con una lanceta para obtener una gota de sangre, que colocan en una tira reactiva conectada a un medidor (glucómetro). Este dispositivo les da el nivel de glucosa en ese momento y así saben si están en situación de hipoglucemia o, por el contrario, necesitan inyectarse insulina.
La forma más moderna es a través de un sensor continuo de glucosa. El sensor se coloca en la piel, normalmente en el brazo, y mide la glucosa en el líquido intersticial. El usuario escanea el sensor con un lector o su móvil para ver sus niveles, sin necesidad de pinchazos diarios.
¿Y ahora los relojes inteligentes?
Cada vez hay más relojes inteligente que anuncian que son capaces de medir parámetros bioquímicos complejos como la glucosa sin una medición directa ni de la sangre ni del líquido intersticial. Al no medir directamente estos parámetros, lo que hacen es estimar posibles correlaciones mediante sensores ópticos y algoritmos internos que analizan datos como la:
- Frecuencia cardíaca
- Temperatura superficial
- Pulso
- Nivel de oxígeno
- Nivel de actividad
Son datos que se generan a partir de una estimación, por tanto, no son valores reales. Y en consecuencia, no son fiables: a una persona con diabetes no le sirve para saber si le hace falta insulina.
No son productos sanitarios
Por otra parte, estos dispositivos tipo smartwatch no son productos sanitarios, es decir, no están validados para realizar mediciones de salud como sí lo están los glucómetros tradicionales o los sistemas de monitorización continua de glucosa.
De hecho, varios reguladores sanitarios como la FDA en Estados Unidos, la Agencia Francesa de Seguridad del Medicamento y Productos Sanitarios o las autoridades de Salud de Canadá han advertido contra el uso de estos smartwatches para la medición de la glucosa, resaltando el riesgo que su uso puede suponer para las personas diabéticas. Y recuerdan que, en la actualidad, no existe ningún dispositivo para la monitorización de la glucemia por simple contacto con la piel cuya fiabilidad y seguridad hayan sido demostradas.
Y tampoco tienen el marcado CE
En la UE todos los dispositivos sanitarios, desde los más sencillos como unas muletas a lo más complejos como robots quirúrgicos o una prótesis cardiaca, pasando por los monitores de glucosa, deben haber superado los controles de la norma europea de productos sanitarios para poder comercializarse. Puedes saber si un dispositivo de salud ha pasado los controles y ha sido validado si en el envase del producto aparece el marcado CE. Pues bien, los smartwatches para medir la glucosa no cuentan con el marcado CE y no son productos sanitarios.
Riesgos por mediciones de glucosa falsas
En definitiva, los relojes que prometen medir parámetros clínicos complejos como la glucosa no son productos sanitarios ni pueden sustituir a los dispositivos médicos validados y no deben usarse nunca para tomar decisiones terapéuticas.
Confiar en mediciones de glucosa falsas puede conducir a una administración errónea de la insulina. Esto es especialmente peligroso en el caso de una administración excesiva de medicación, ya que una disminución rápida y cuantiosa de los niveles de azúcar tiene graves consecuencias: confusión, coma y muerte.
Así pues, si tu salud requiere que monitorices tus niveles de glucosa, debes usar un glucómetro tradicional o un sensor continuo de glucosa, lo que te indique tu médico. Por el momento no hay alternativa.